Se termina este recorrido por dos de los principales museos tecnológicos del mundo: el de Viena (que dividimos en parte 1 y parte 2) y el de Londres, del cual también tenemos la parte 1).
En ambos museos encontramos muchas coincidencias. La nombramos varias veces, pero vale remarcarlo: la revolución industrial es la gran protagonista si se trata de la historia de los siglos XIX y XX, con James Watt y su máquina de vapor a la cabeza.
¿Por qué la máquina de vapor? Porque su potente motor impulsó a la producción en serie y al tren. O sea, fabricar productos en masa y distribuirlos con rapidez a largas distancias. Ni más ni menos que la base de la economía actual.
Después la cosa se diversifica hacia diferentes ramas. De los dos museos, el más abarcativo es el de Viena. Es difícil imaginarse algo relacionado a la tecnología que no esté en ese lugar. En cambio el de Londres es el que cuenta con tecnología más avanzada para proponer la interacción con el visitante.
En lo que ambos coinciden es en una marcada intención de llegar a los más pequeños para que entiendan, de manera fácil, cómo funciona el mundo de hoy y cómo llegamos a eso. También se hace mucho hincapié en el desarrollo sustentable y responsable. La energía limpia, la agricultura responsable o el reciclado, entre otros, son justos protagonistas.
Vamos entonces por lo que nos queda en esta serie fotográfica. Algunas imágenes están insertadas en esta misma entrada, y otras pueden verla en la galería al pié. ¡Que las disfruten!
La tienda de gadgets tiene juegos increíbles para que los chicos aprendan tecnología, como este completo motor a combustión para armar.
Una réplica del Sputnik 1, el primer satélite artificial de la historia, lanzado el 4 de octubre de 1957 por la Unión Soviética.
Un prototipo de robot explorador para enviar a otros planetas.
Esta es la cámara instalada en exploradores orbitales sobre Marte, capaz de fotografiar objetos de 1 metro de tamaño.
La “cocina” a bordo de una nave espacial.
Un automóvil cortado literalmente a la mitad para que podamos ver su estructura interna.
La Cray-1 es una de las supercomputadoras más potentes de la década de los 70, con enorme éxito en los años posteriores. Valía entre 5 y 8 millones de dólares, y se llegaron a vender más de 80 unidades, cuando no esperaban superar la docena. Eso celeste al medio es una masa de cables. Más info en http://es.wikipedia.org/wiki/Cray-1.
El gran icono de la informática hogareña: una Apple 1 fabricada a mano por Steve Wozniak y comercializada por Steve Jobs. Este equipo hoy se vende en subastas a costos que superan los 600 mil dólares.
El motherboard y el sistema de refrigeración de la Apple 1.
Los sensores de movimiento y las proyecciones son grandes protagonistas en la interacción con los visitantes.
El riversimple: un auto conceptual open source que funciona en base a hidrógeno. Más info en www.riversimple.com.
Un juego de realidad aumentada para concientizar sobre la importancia del desarrollo sustentable.
Esta ala está dedicada exclusivamente a la interacción con los visitantes.
Una copia original del PONG. No mucho más para decir para los amantes de los videojuegos.
En esta vitrina podíamos ver y entender de manera fácil el concepto de funcionamiento de un CD, basado en pits y lands.
“El Televisor” de 1929. Este receptor de radio permitía, por las noches, apreciar algunas imágenes transmitidas en directo con una resolución de 30 líneas horizontales, y para lo cual había que ver a través de una lente.
El objeto de este juego es llenar el tanque superior de agua para luego liberarla sobre las cucharas, que mueven un pequeño generador de energía que termina encendiendo la pequeña pantalla que se ve al medio.
El audio hogareño de los años 70 y 80.
