Una vez que un virus –o, simplemente, un accidente doméstico– arruinó nuestra información es muy difícil recuperarla. Por eso hay empresas que se dedican esto y brindan sus servicios tanto a particulares como a compañías.
“Tenemos casos repartidos en un 50 por ciento de empresas y 50% de particulares“, revela Alberto Fía, de CBL Tech, una firma canadiense que opera en la Argentina. Fabricio Baglivo, de Save Data, una compañía argentina confirma esta proporción y agrega: “Los usuarios finales traen más cámaras de fotos y discos duros, buscando info más familiar“.
En ambas empresas, el proceso es similar. Primero se atiende al cliente y se ingresa el equipo para su diagnóstico, que se realiza entre 48 y 72 horas, y es sin cargo. El dispositivo pasa a los técnicos, quienes realizan diversos tests para conocer el origen de la falla. Para ello cuentan con software propios para analizar el disco duro, tarjetas de memorias y hasta teléfonos celulares.
En caso de que la falla sea física, los laboratorios de recuperación de datos cuentan con un “área limpia” de partículas, para desarmar los equipos y realizar reparaciones sin que ingrese polvo. Esa información se copia en otra computadora y se devuelve al usuario de la manera que desee: otro disco duro, pendrives, notebooks o DVDs, en caso de que la información no pese demasiado.
“Tenemos stock de discos rígidos de todos los modelos que se venden en el país para usarlos como repuestos en caso de que la falla sea física, como las placas y los platos”, indica Fía. Entre las fallas más comunes se encuentran “la mala manipulación del dispositivo, un factor eléctrico, un problema propio del disco que suma sectores dañados y fallas electrónicas“, según Baglivo.
Con respecto a la privacidad, las empresas firman un pacto de confidencialidad de los datos. El experto de Save Data asegura que “el personal está capacitado y el acceso a la info está restringida: cuando el cliente viene a ver la información, la ve sólo el cliente”. Por su parte, Fía indica que las herramientas de recuperación muestran que hay información, para identificar de qué tipo de archivos se trata, pero los clientes son los únicos que tienen acceso a sus datos.
Los virus no son los únicos que pueden dañar la información, también hay incidentes “especiales”. “Recibimos casos de sabotaje, de un empleado que se llevó información de la empresa o que entraba al sistema de la empresa para intentar robar los videos“, relató Fabricio. Otro ejemplo más “cotidiano” fue el aportado por el experto de CBL, quien contó el caso de “una cliente que se estaba separando y quería saber los mensajes del celular de su marido para usar como prueba“. En este sentido, hay que mencionar que ambas empresas son convocadas para que actúen como peritos en algunos casos judiciales.
Los clientes se van satisfechos con la información recuperada en casi todos los casos, aunque a veces los datos no pueden recobrarse. Por ello los especialistas recomiendan que traten con cuidado a los equipos, pero principalmente que hagan un backup de sus datos. Una tarea simple, pero que pocas veces tenemos ganas de hacer.