Por Gabriel Pleszowski
San Francisco | Enviado especial .- Había mucha expectativa antes del discurso de apertura de Build 2015. Microsoft es hoy una empresa en pleno proceso de trasformación, con un CEO que en poco tiempo ha logrado un impacto muy grande, y con fuerte presencia en muchas áreas de negocio enormes: empresas, consumidores, móviles, cloud, gaming, y mucho más.
Pero evidentemente, cuando Microsoft decia que el foco de Build 2015 estaba puesto en los desarrolladores, hablaba muy seriamente.
Después de un comienzo donde Satya Nadella repasó la estrategia actual de Microsoft, el keynote se transformó durante un largo rato en una charla bastante técnica sobre Azure, Visual Studio, bases de datos SQL y apps inteligentes .Más tarde, sería el turno de anuncios más resonantes como Windows 10 y HoloLens, pero no es un detalle menor que la primera parte de su gran evento anual se haya destinado pura y exclusivamente a temas que solo un developer puede disfrutar.
Un enorme cartel en el hall central del centro de convenciones se destaca por sobre los demás: “Code for one. Reach them all” (“Escribe código para una. Alcanza a todas”). Debajo de esta frase, una lista de plataformas redondea el concepto: PC, teléfono, Tablet, Xbox… y también Rapsberry Pi, Surface Hub y hasta Hololens (!). La frase puede sonar intencionalmente parecida al lema del Señor de los Anillos (“One ring to rule them all..”), pero es concisa, directa y ayuda a entender dónde está puesto hoy el objetivo del gigante de Redmond: necesitan a los desarrolladores y a las apps que ellos puedan producir para sus plataformas.
Pero atraer a los developers no es tan sencillo como parece. ¿Qué viene primero? ¿Las apps o los usuarios? Si un desarrollador hace una app excelente, pero la plataforma (en este caso Windows) no tiene usuarios, no hay negocio para él, y la próxima vez lo pensará dos veces. Por otra parte, ¿cómo puede Windows sumar usuarios? Si alguien compra un equipo con Windows pero no encuentra las apps que usa habitualmente, o si los nuevos lanzamientos salen siempre primero para otras plataformas (iOS, Android), probablemente abandone el ecosistema al poco tiempo.
Este dilema es el que debe resolver Microsoft, especialmente en el mundo móvil, donde no está logrando el crecimiento esperado. Como la experiencia viene demostrando, para tener éxito no alcanza con tener buenos teléfonos(los Lumia ciertamente lo son) y buen software (Windows 8.1 es un sólido sistema operativo y Windows 10 pinta excelente).
La propuesta de las Universal Apps (una única aplicación que se puede ejecutar en todas las plataformas) ya había sido anunciada el año pasado, y en 2015 se ha convertido en el eje principal del discurso de Microsoft para la comunidad de desarrolladores. Sin lugar a dudas, es un paso en la dirección correcta, ya que reduce los tiempos y aumenta la audiencia y el potencial económico de cualquier desarrollo de software. Además, al hacer más fácil el traslado de código desde Java y Objective C, es de esperar que muchas apps de Android e iOS lleguen a Windows más rápidamente.
Sin embargo, el problema principal no es el costo o el grado de dificultad para hacer Apps; de hecho, Windows es por lejos la plataforma móvil más accesible para los developers. El tema es que a la hora de elegir una plataforma, los desarrolladores parecen decirle a Microsoft: “Show me the money!”. Para alcanzar el éxito, es imprescindible que del otro lado del mostrador exista una comunidad de millones de usuarios con ganas de gastar dinero.
En Windows 10 será posible reutilizar código Java hecho para Android para generar apps nativas #Build2015 pic.twitter.com/OvocATmVS6
— RedUSERS (@redusers) abril 29, 2015
Será decisivo lo que pase en el mercado de los consumidores. Microsoft aún debe encontrar la manera de convencer a la gente de que su próximo equipo sea uno con Windows, especialmente en el área mobile, ya que en otras plataformas como las PCs de escritorio o la Xbox, su base de usuarios es enorme y su posición es dominante.
Entonces, volviendo a la pregunta anterior, hoy en día lo que viene primero aparentemente son los usuarios. Sería esperable que Microsoft juegue sus cartas agresivamente para hacer crecer la venta de móviles con Windows 10, con fuertes campañas de marketing, a través de los operadores, o vendiendo directamente. Harán falta promociones, rebajas, elementos exclusivos, nuevos features en el hardware, o cualquier otra acción que haga subir las ventas.
Los factores de éxito no están del todo claros y la competencia es feroz, pero como la historia reciente nos demuestra, el mercado se mueve muy rápido. En los últimos 10 años vimos los ascensos de iOS y Android, y la caída de Nokia y Blackberry, y a pesar de contar hoy con un porcentaje de mercado bastante pequeño, nadie se sorprendería demasiado si el gigante de Redmond, a sus jóvenes 40 años y con energías renovadas, vuelva a ganar una de esas batallas que tanto le gusta pelear.