La ministro de tecnología británica, Michelle Donelan, ha reafirmado los planes para exigirle a las aplicaciones un mecanismo de acceso a los mensajes privados encriptados. Como es de esperar, las empresas encargadas de los servicios de mensajería han señalado que tal acción iría contra la privacidad de sus usuarios.
Donelan ha comentado que tal acceso solo se utilizaría en el caso de que fuera necesario para proteger a los menores del abuso. Además, solo se utilizaría como último recurso. La exigencia es parte de la Online Safety Bill que se convertiría en ley a fines de año.
Seguridad y privacidad
La funcionaria ha señalado: “Como ustedes, me gusta la privacidad porque no quiero que otra gente lea mis mensajes. Quienes lo hicieran se aburrirían mucho, pero aún así no quiero que lo hagan. Sin embargo, sabemos que algunas de estas plataformas son un espacio para el abuso de menores y la explotación sexual. Y tenemos que tener la capacidad de acceder a la información cuando ocurra un problema”.
Ante las quejas de las empresas, Donelan ha señalado que la responsabilidad de proteger a los niños cae sobre sus hombros. Argumentó que existe tecnología para el encriptado pero que al mismo tiempo permite el nivel de acceso en caso de ser necesario. El mecanismo de seguridad es la limitación establecida para exigir la información.
Un problema de confianza
Por supuesto, el problema no es el caso particular. Pocas personas se opondrían moralmente a que se acceda a los datos para prevenir el abuso de menores. El problema es que es necesario confiar en que el estado solo utilizará tal recurso en tales oportunidades, y aún si así fuera, cabe considerar con que libertad se utilizará.
