Si tienes alguna fotografía en Internet que sea de acceso público, nada impide que cualquier persona con algo de esfuerzo o una herramienta avanzada cree una imagen falsa en la que estés vistiendo un traje de payaso o un vestido de ballet. Solo el desinterés, la falta de motivación o el hecho de que tu fotografía ya te muestre con dichos atuendos te mantiene a salvo. Los deepfakes existen hace ya mucho tiempo, pero la era de la inteligencia artificial los ha hecho aún más peligrosos por el nivel de realismo y elaboración al que pueden llegar, y la facilidad para producirlos.
Estas herramientas se han utilizado a menudo para la estafa, el acoso y la extorsión. Pero en ocasiones son solo el resultado de la curiosidad y el mal sentido del humor de algún aficionado que quiere retratar a su celebridad favorita de una manera particular.
Penas por crear imágenes
El problema es de tal gravedad que en Inglaterra y Gales la producción de los deepfakes con contenido sexual explícito será considerada, por si misma, un crimen. Cualquier persona que cree una imagen de dicha naturaleza de un adulto, sin su consentimiento, podrá ser multada. Sin importar que la imagen producida no sea distribuida.
Es importante notar que no existe un límite establecido para el valor de las multas. También que ya existen penas para la producción y distribución de material de contenido sexual en el que aparezcan menores.
Si la imagen es distribuida en algún momento podrían aplicarse penas con cárcel.
Se espera que la nueva legislación cubra una serie de situaciones que hasta el momento han quedado fuera del alcance de la ley. Y ofrezca mayor protección a personas que sufren este tipo de acoso, en particular a las mujeres.
El detalle de la intención
La nueva ley señala que aunque la imagen creada no vaya a ser distribuida, si tiene la intención de causar daño, humillar o preocupar a la víctima, debe considerarse una ofensa. El énfasis en la intención puede llegar a resultar algo problemático, porque da lugar a diferentes interpretaciones.
Imagen: La maja vestida y la maja desnuda, Francisco de Goya. Ninguna es deepfake, pero nos ha gustado como ilustración.
