El Reino Unido ha determinado que las cámaras de seguridad de origen chino suponen una amenaza a la seguridad nacional. Por dicha razón las instalación de este tipo de equipo ha quedado prohibida en cualquier edificio gubernamental.
El gobierno también ha recomendado evitar el contacto de las cámaras con redes centrales así como su remoción de cualquier espacio sensible. Aunque no han sido nombradas la compañías afectadas son Hikvision y Dahua.
Seguridad y espionaje
El uso de esta tecnología para el control y la represión de minorías en China es una de las razones que se han presentado anteriormente para prohibir su comercialización en el Reino Unido. Sin embargo, el motivo de mayor peso es muy probablemente el temor a su uso en acciones de espionaje.
Aún en el caso de que el gobierno chino decida que no quiere utilizar las cámaras para su beneficio, los dispositivos han demostrado ser vulnerables.
Más de 80 mil cámaras de origen chino listas para ser hackeadas
Las cámaras pueden emplearse para vigilar el espacio en el que están instaladas, pero principalmente son un punto de acceso a redes que en muchos casos pueden contener información sensible o administrar servicios de importancia crítica.