Durante la última década, el gobierno del Reino Unido ha intentado mantener un nivel básico de servicio de banda ancha en Gran Bretaña. La idea es que para 2020, los usuarios tengan el derecho legal de solicitar velocidades de al menos 10 Mbps de su ISP, ya sea que vivan en una gran ciudad o en el campo. Este proyecto forma parte de la obligación de servicio universal (USO) del gobierno, que se estableció en la Ley de Economía Digital aprobada a principios de este año.
Originalmente, los ministros consideraron adoptar una oferta voluntaria de la operadora BT, que habría supuesto un gasto de hasta 600 millones de libras para dar acceso a 1.4 millones de residentes rurales a velocidades de al menos 10 Mbps. Sin embargo, en un comunicado difundido hoy, el gobierno confirmó que irá por la ruta regulatoria, ya que proporciona “suficiente certeza y la exigibilidad legal que se requiere para garantizar el acceso de banda ancha de alta velocidad para todo el Reino Unido para 2020”.
La Secretaria de Cultura Karen Bradley dijo: “Sabemos lo importante que es la banda ancha para hogares y negocios y queremos que todos se beneficien de una conexión rápida y confiable. Estamos agradecidos con BT por su propuesta, pero hemos decidido que solo un enfoque regulatorio hará que la alta velocidad de la banda ancha sea una realidad para todos en el Reino Unido, independientemente de dónde vivan o trabajen “.
Así, el gobierno comenzará a establecer lo que debe incluir la obligación de servicio universal (USO). Se espera que la legislación se apruebe a principios de 2018 y que tome aproximadamente dos años introducir formalmente las velocidades mínimas esperadas previamente establecidas por Ofcom, el órgano regulador de comunicaciones.
Si bien es cierto que es un golpe para BT, el gobierno confía en que ha tomado la decisión correcta. Considera que al introducir legislación, se pueden aumentar las velocidades mínimas a medida que los requisitos de los consumidores evolucionan y que ningún hogar se quedará rezagado.
La buena noticia es que las conexiones de línea fija “de banda ancha superrápida”, que ofrecen velocidades de 24 Mbps o más, actualmente cubren aproximadamente el 95 por ciento de los hogares y empresas del Reino Unido. Gracias al programa subvencionado de banda ancha del Gobierno, esa cifra podría alcanzar el 98 por ciento en 2020. Significa que en el momento en que se aplique la OSU, solo un pequeño porcentaje de las instalaciones del Reino Unido estará por debajo del límite de velocidad mínimo.
Vía: Engadget