Definitivamente 2018 es un año que no podría terminar demasiado temprano para Facebook. Las revelaciones sobre los manejos que la compañía ejercía sobre los datos de los usuarios y las conversaciones para su posible uso comercial han producido ya varios escándalos. La presión de los gobiernos y las entidades reguladoras, así como el cuestionamiento de muchos usuarios es cada vez mayor.
La investigación del The New York Times es actualmente la peor pesadilla de la empresa. Este medio ya había señalado que varias compañías habían recibido un acceso VIP a los datos de los usuarios. Más recientemente se ha descubierto que el suministro de datos llegó a tal punto que incluso sorprendió a las compañías asociadas.
Netflix y Spotify tenían la capacidad de leer los mensajes privados de los usuarios. Microsoft tenía acceso a las listas de contactos sin necesidad de consentimiento. Amazon podía acceder a los nombres de los usuarios y la información de contacto a través de sus amigos. Apple podía ver los teléfonos y el calendario de los usuarios.
Al respecto Spotify señaló que no tenía conocimiento de que se le había otorgado ese nivel de acceso. Apple se expresó de una manera similar. Netflix incluso apuntó en su cuenta de Facebook que nunca había pedido que le otorgaran dichos permisos.
Estos privilegios de acceso estuvieron en funcionamiento durante varios años. Muchos siguieron vigentes luego de 2017 y algunos todavía existen en 2018 a pesar de que Facebook ha declarado que ha terminado con dichas prácticas.
La explicación oficial
Facebook ha señalado que estos permisos tenían como objetivo permitir que los usuarios pudieran acceder a sus cuentas de Facebook desde ciertas plataformas y dispositivos desarrollados por otras compañías. También que se generaran nuevas experiencias sociales, como obtener recomendaciones de los amigos en Facebook, en aplicaciones y sitios web populares.
Aún si es así, son notable los problemas que tiene la empresa para comunicarle a sus usuarios sus cambios en la política de privacidad. Lo cual de por sí es una falta importante.
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