Mucho hemos escuchado sobre la nueva generación de pantallas flexibles que pretendía tomar protagonismo en el mercado, y aún así son contados los fabricantes que decidieron utilizar esta tecnología. Uno de ellos ha sido LG, que a fines de octubre del año pasado presentó el LG G Flex, o como ellos mismos lo llamaron: “World’s first “real” curved smartphone” (El primer smartphone curvo “real”). Se notaba la tensa competencia con su par surcoreano (que ya había dado a conocer su modelo Galaxy Round) por acaparar la atención de la prensa y los consumidores con esta nueva generación de teléfonos inteligentes. Un tiempo después de haber sido presentado en Argentina, nos hicimos con una unidad para comprobar por nosotros mismos si este nuevo tipo de terminales está a la altura de sus competidores.
Diseño
Como es de esperar, el diseño del LG G Flex es uno de los aspectos más significativos. Lo primero que uno nota al tener el terminal en las manos, es la importante curvatura de su diseño.
En materia de ergonomía, es fácilmente comprobable cuando estamos en una llamada, que la curvatura del terminal sigue de forma muy natural el rostro. Esto según el fabricante, hace que el micrófono quede mucho más cerca de la boca mejorando la captura del sonido. Otras de las razones que inspiraron a este particular diseño es que se amolda mejor al agarre de una mano o al ser guardado en el bolsillo trasero y otorga una sensación de inmersión al mirar videos o películas en el terminal.
Pasando al aspecto exterior, con una pantalla de 6 pulgadas, esta phablet posee el inmenso tamaño de 16 x 8,1 x 0,8 cm. Como se podrán imaginar, es casi imposible poder manejar el equipo con una sola mano, aunque para ello LG posee una solución que analizaremos más adelante en la sección de software.
Los botones no son algo que abunda en este equipo, en un principio nos costó acostumbrarnos, pero termina por resultar bastante intuitivo luego de unos días. Con esto dicho, la parte posterior del terminal es donde se encuentran los tres botones físicos que encontraremos, el bloqueo y encendido, y los controles de volúmen. Esta ubicación ya se había visto antes en otros equipos de la marca y parece ser un aspecto que LG desea que sea característico de su línea premium. En un principio, bloquear el terminal desde la parte trasera resultó ser de lo más incómodo; en cambio, el control del volumen, no imaginamos cómo podría haber sido mejor de otro modo. Debido a la enormidad del equipo, si tuviese los controles de volumen donde acostumbramos a verlos, es decir, en el lateral izquierdo; hubiese sido realmente difícil alcanzarlos. Con esto en mente, la idea de haber trasladado dichos controles a la parte trasera resultó ser un acierto, más allá de la dificultad que genera para acostumbrarse.
El último factor destacable del diseño de este equipo es lo que sus diseñadores llaman “self-healing coating” (cubierta auto-reparadora) que más que nada se trata de una especie de “barniz”, que se le aplica al plástico de la parte trasera, y tiene la particularidad de poder reparar pequeñas rayaduras, aunque no logra hacer nada frente a marcas más importantes.
Pantalla
Uno de los aspectos que más nos llamaron la atención de este equipo es la pantalla, aunque no de una forma positiva. La pantalla de 6 pulgadas del G Flex dista mucho de lo que esperábamos ver, especialmente debido a la gama a la que pertenece este equipo.
La tecnología detrás de esta pantalla curva se llama Plastic OLED o P-OLED, que en vez de vidrio posee un substrato de plástico sellando el display. Cabe aclarar, que de todos modos, la parte externa de la misma, está cubierta por Gorilla Glass 2.
En cuanto a calidad, este display dista mucho de lo que uno esperaría de un smartphone de gama alta. Por empezar, a pesar del tamaño de la pantalla, la resolución ha quedado relegada a 1280 x 720, cuando prácticamente todos los terminales de su misma generación poseen pantallas FullHD. Aún así, la baja resolución queda de lado comparada con el principal defecto de la pantalla: el ruido.
En el nivel máximo de brillo, todo se ve excelente, los colores están bien representados, los ángulos de visión excelentes, e incluso posee buena visibilidad bajo el sol. Aunque todo cambia drásticamente al bajar apenas 1% el brillo. A partir de 99%, la calidad de la pantalla se ve drásticamente afectada por un notable ruido en los colores, que va aumentando progresivamente a medida que se disminuye el brillo. Este ruido es mucho más notorio en los grises, como podrán observar en las imágenes.
Por último y por si no fuera poco, la pantalla tiene un efecto de “fastasma”, que es visible cuando se tiene elementos con alto contraste en una pantalla y se pasa a otra en blanco, como por ejemplo al abrir el Chrome. En las imágenes que verán más abajo, se dejó por 10 segundos el teclado activo en Hangouts, y después de lo bajó. Como podrán observar, el contraste es bastante notorio, aunque se hace menos visible al pasar unos segundos.
Hardware
El hardware es uno de los puntos más fuertes del equipo, posee la potencia suficiente para ejecutar prácticamente cualquier aplicación o juego que deseemos. Gracias a su Snapdragon 800, Quad-Core a 2,2GHz y 2GB de RAM, esta bestia logra mover el sistema operativo de manera super fluida y sin un mínimo inconveniente. Los resultados de los benchmarks comprobaron a su vez nuestras impresiones.
La parte gráfica está manejada por una Adreno 330, la cuál incluso en 3D Mark Ultimate tuvo de los mejores resultados. Como suele pasar, por un momento uno puede preguntarse si el hecho de tener una resolución menor está ayudando a los puntajes del terminal, ya que como bien sabemos, a menor cantidad de pixels a renderizar, es requerido menor poder de procesamiento. De todos modos, la misma GPU en otros terminales también ha otorgado un rendimiento impecable. Asi que, sea como sea, el G Flex es una bestia en cuanto a potencia de cómputo.
Software
Incorporando la versión 4.2.2 de Android, con una actualización a 4.4 ya disponible en algunos países, LG ha seguido una movida bastante interesante en cuanto a el software de su flamante terminal curvo. Algo muy similar a lo que había hecho Samsung con el Galaxy S3 y su inmensa cantidad de funciones extras es lo que se observa en este equipo. Decidimos listar las características más interesantes.
Por empezar, tenemos el Quick Memo, una muy interesante función que permite tomar notas directamente sobre lo que estemos haciendo en el equipo. No podemos contar la cantidad de veces que esto nos podría haber resultado útil en el día a día, y es un extra que seguro muchos sabrán aprovechar.
QSlide, por otra parte, es lo que ya hemos visto por otros fabricantes bajo el nombre de aplicaciones de escritorio. Básicamente, son mini-apps que se abren por encima de lo que estemos haciendo para acceder a información útil en cualquier momento. Casi todas las aplicaciones de sistema que han sido personalizadas por LG son compatibles, asi encontraremos el navegador de internet, llamadas, mensajes, calendario, e-mails, notas, calculadora y más.
Qremote es la aplicación que le otorga el sentido al emisor IR de la parte trasera. En ella tendremos la opción de configurar distintas salas, cada una con sus respectivos controles. Es posible manejar una muy amplia cantidad de dispositivos, desde TV, Blu-Rays o equipos de audio, hasta incluso aires acondicionados.
Otra función interesante, es la solución que propone el fabricante para el famoso inconveniente de utilizar el terminal con una sola mano. Así es que pusieron manos a la obra y decidieron incorporar una serie de configuraciones que permiten hacer más cómodo el uso del terminal. Entrando desde el menú de configuración, tendremos la posibilidad de cambiar de lado los botones del sistema, mover el teclado convencional y/o el de marcación hacia un costado, incluso en la pantalla de bloqueo si decidimos bloquear por pin.
Cámara
La cámara principal del G Flex se compone de un sensor de 13 MP (4160×3120) mientras que en la parte frontal posee una cámara para videoconferencias de 2.1 MP. En general, la cámara cumple la función básica, pero no de la forma que esperamos de un equipo estrella como este, ya que posee ciertos pequeños detalles que empañan la experiencia de uso. Por ejemplo, al autofocus parece costarle bastante trabajo lograr nitidez, tomando algunos segundos hasta lograr ajustar el foco al deseado. Por otro lado, en modo automático, el tiempo de obturación es demasiado elevado, llegando al segundo y medio en la mayoría de los casos; que para la velocidad que estamos acostumbrados de otros equipos parece ser bastante lento.
En cuanto a la calidad final de las imágenes, los colores se ven algo apagados y la nitidez al hacer zoom deja mucho que desear. Incluso tomándose un buen tiempo para hacer zoom y dejando el terminal quieto mientras tomamos una foto, el resultado parece siempre tener bordes mal definidos y un contraste poco marcado.
Almacenamiento
Para romper con la hegemonía de los 16GB, el LG Flex incorpora una memoria interna de 32GB, aunque una buena parte se encuentra ocupada por el sistema operativo y gran cantidad de agregados extras. A fin de cuentas tendremos unos 24GB para utilizar a nuestro antojo, notablemente superior a la mayoría de otros equipos. Este aumento de capacidad puede haber estado motivado por la falta de una ranura para tarjetas microSD. Aunque siempre lamentamos cuando fabricantes deciden omitir este detalle que consideramos fundamental, al menos podemos conformarnos con que la memoria interna al menos es más amplia que en la mayoría de los equipos de la competencia.
Batería
Lo primero que uno se imagina en un equipo con una pantalla tan inmensa es el inmenso consumo energético que debe generar. Pero LG ha decidido montar una masiva batería curva de 3500 mAh. Gracias a ésta, el terminal es capaz de alcanzar la increíble duración de 1 día y medio de uso convencional; es decir, lo ideal para salir temprano un día, pasar fuera de casa hasta la noche, salir de fiesta hasta el amanecer y seguir en afterparty hasta el mediodía.
En nuestras pruebas de reproducción de video continuo, el terminal nos sorprendió con una duración de 16 horas antes de culminar con el logo de LG y la pantalla apagada. Realmente es uno de los mejores resultados que hemos visto hasta el momento.
Conclusión
Si bien el LG G Flex posee algunos importantes defectos en la pantalla y la cámara no es de lo mejor, el resto de funcionalidades que aporta es excelente, y si tenemos en cuenta la potencia del hardware de su interior, estamos ante una buena competencia en poder con los mayores exponentes del momento. El terminal sería ideal para aquel que busca un muy buen diseño, una pantalla grande y una excelente autonomía de batería.
Ficha técnica
Marca | LG |
Modelo | G Flex |
SO | Android 4.2.2 (con una actualización a futuro a 4.4) |
SoC | Qualcomm MSM8974 Snapdragon 800 |
Procesador | Quad-core @2,2 GHz |
GPU | Adreno 330 |
Memoria RAM | 2GB |
Memoria interna | 32GB |
Expansión | No |
Display | 6” 16M de colores |
Panel | Plastic OLED (P-OLED) |
Resolución | 1280×720 |
Dpi | 245 |
Cámara | Principal 13 MP Video 1080p @60 fpsFrontal 2,1 MP Video 1080p @30 fps |
Conectividad | MicroUSB, Wi-Fi AC, Bluetooth 4.0, NFC , IR emmiter, DLNA |
Batería | 3500 mAh |
Tamaño | 16 x 8.1 x 0.8 cm |
Peso | 177 g |
Precio aproximado | Aún no disponible |
Pros
– Excelente potencia de hardware
– Una de las mejores autonomías de batería
– Diseño impecable
Contras
– Pantalla con severos defectos de ruido
– Cámara por debajo de la altura del equipo
Pantalla: 5.0
Hardware: 9.0
Batería: 9.5
Cámara: 6.0
Diseño: 8.5
Puntaje total: 8.0
Precio: $$$