En esta ocasión, probamos una cámara de Sony que nos modifica la concepción de las cámaras profesionales y semi-profesionales, nos referimos a la Sony Alpha 7, una cámara que incorpora capacidades de alta gama (incluido el sensor full frame) en el cuerpo de una compacta.
Algo que Sony viene haciendo desde hace mucho tiempo es probar distintos conceptos diferentes en este campo, introduciendo el espejo translucido y ahora llevando las cámaras de lentes intercambiables sin espejos al formato completo, dando capacidades semi profesionales en 400 gramos de peso y en un tamaño compacto.
Diseño
Como últimamente nos tiene acostumbrados, Sony nos presenta esta cámara con un diseño muy cuidado, líneas rectas con un corte vintage y un anillo color cobrizo que le dan una vista muy agradable.
El agarre es el correcto; no tiene sensación de malos acabados ni rugosidades no deseadas, se siente seguro en la mano aunque por momentos poca ergonomía hasta que nuestro cerebro se adapta a su manejo (especialmente de los “nikonistas”).
Esta versión es la base de la Alpha 7 por lo cual está hecha de plástico resistente al impacto pero aun así no se deja de sentir estable y robusta.
En cuanto al lente 28-70 mm que trae en el kit, puedo decir que la sensación que tengo al utilizarlo es muy parecida a la de un lente de la línea L de Canon, ya que los movimientos de los anillos son suaves, fluidos y silenciosos.
Los diales y botones podemos encontrarlos de la siguiente forma:
En la parte superior nos encontramos con una muy buena selección de diales que son dos: el clásico dial de modos y un dial para compensación de exposición; como botones están el disparador de dos tiempos (con una sensibilidad bastante alta) y un botón configurable a nuestro gusto, el cual en mi caso lo configuré para alternar el tipo de disparo. Además, en esta parte, podemos encontrar la zapata del flash (no tiene pop-up incorporado) y los dos micrófonos estéreo.
Frontalmente nos encontramos con un dial el cual en modo manual permite ajustar la apertura del diafragma y el botón de desbloqueo del lente. Sumado a esto está la luz de enfoque.
En la parte posterior, están la pantalla rebatible que destaca a simple vista, tenemos dos diales, uno que nos permite ajustar la velocidad de disparo y otro que durante la toma nos permite ajustar la ISO. Como botones encontramos el bloqueo de enfoque que viene con una palanca para alternar entre los tipos de enfoque y utilizar el enfoque manual. Y no podemos olvidarnos del botón de menú que se encuentra debajo del visor y otro botón configurable el cual configuré para alternar rápidamente entre el balance de blancos automático y un balance de blancos predefinido por mi.
Abajo encontramos la tapa de la batería y el tornillo universal para trípode.
Del lado izquierdo podemos encontrarnos dos tapas de plástico duro en las que podemos encontrarnos bajo la primer tapa con los jacks de micrófono externo y auriculares, mientras que bajo la segunda tapa encontramos el conector micro USB y micro HDMI.
Lo único cuestionable en cuanto al diseño es la posición en la que se encuentra el botón “REC”, ya que hay que mover el pulgar derecho un poco más arriba y otras; pero como dije antes, no es problema una vez nos acostumbremos a su manejo (normalmente utilizo Nikon y estoy acostumbrado a el botón “REC” sobre el panel trasero y no al costado del cuerpo).
Compatibilidad de ópticas
Esta cámara no posee la montura a la que SONY nos tenía acostumbrados en sus réflex, en este caso eligieron la montura tipo E por lo cual hasta ahora solo hay cinco lentes (se esperan cuatro más para 2015) cien por cien realizados para esta montura en formato completo.
Si bien SONY ya trabajaba con la montura E en su línea Nex de productos, estos trabajan con un sensor recortado APS-C y al colocarlos en la cámara solo estaremos desaprovechando gran parte del sensor. A la vista de este problema, existe un accesorio para que el usuario que ya posee ópticas con montura Alpha pueda aprovecharlas en toda su capacidad en la Alpha 7.
Hardware
Una de las principales características de la Sony Alpha 7 es su pantalla rebatible que podemos utilizar como viewfinder o tener todos los parámetros de la toma y utilizar el visor para encuadrar (el cual tiene un sensor de proximidad y apaga la pantalla al momento de colocar el ojo en el visor).
Tanto en la pantalla como en el visor podemos observar el encuadre total, algo que se agradece completamente ya que vemos exactamente lo que vamos a fotografiar o a filmar sumado a que todos los cambios de diafragma y velocidad que hagamos en la preparación de la toma nos afectará lo que vemos por visor o la pantalla ya que se actualiza para que tengamos una pre visualización de cómo va a quedar la toma una vez realizada.
Los nipones no escatimaron en nada, ya que la pantalla es de tres pulgadas y 1,2 millones de pixeles en formato 4:3 que incorpora la tecnología triluminos; como es de esperar ambas se ven completamente nítida y la visibilidad en exteriores es bastante decente (con la configuración adecuada), se puede inclinar para arriba unos 84° mientras que para abajo unos 45°, algo muy bueno cuando queremos tomar fotografías en situaciones incómodas o encuadrar de forma creativa.
El visor electrónico por su parte incorpora tecnología Oled con aproximadamente 2,4 millones de pixeles y una magnificación de 0,71x, posee una cobertura de goma que separa nuestro ojo del visor lo que ayuda a que la luz incidente nos moleste.
El aspecto negativo que he encontrado es que al intentar disparar desde la cintura, intentando estabilizarla para grabar video o foto de larga exposición, la pantalla exterior se apaga ya que el sensor de proximidad del visor electrónico es muy sensible y se activa entre los cinco y diez cm de distancia. Sumado a esto, la pantalla no posee un tratamiento contra la “grasitud” de los dedos por lo cual cada vez que la manipulemos quedará marcada.
Controles
Con mucha tranquilidad podría decir que es una cámara versátil para cualquier tipo de usuario, si bien los usuarios inexpertos se sentirán un poco agobiados con el interminable menú de opciones disponibles, la misma posee un modo guía que los ayudará.
La interfaz de disparo es perfecta, podemos seleccionar la vista estándar con actualización en vivo de los parámetros de la toma, ver el histograma, la cuadrícula o un horizonte virtual (extremadamente útil en fotografía de paisajes). También es posible configurar la pantalla exterior para que solo nos muestre los parámetros de la toma y solo encuadrar con el visor electrónico.
El menú de configuración es muy parecido al de la linea SLT, ya que tienen una navegación bastante complicada con los diales pero no deja de ser bueno el hecho de que sea tan amplia la configuración.
La cámara es completamente configurable a nuestro gusto y necesidad por lo que contamos con tres botones, los cuales podemos darle las funciones que queramos, desde tipos de disparo específico, alternar entre ISO automática, balance de blancos o cualquier otra cosa que nos ayude en nuestro trabajo.
Capacidades multimedia y aplicaciones
Algo que me llamó poderosamente la atención es la falta de un Jack para disparador o un receptor infrarrojo, pero luego me di cuenta que al tener Wifi y NFC suplimos completamente estas necesidades y, no solo nos cubre esta falta, sino que nos permite trasladar la toma directamente al dispositivo móvil o a la computadora sin importar el sistema operativo que tengamos.
En el caso de los móviles, tenemos la aplicación propietaria de SONY, llamada Play Memories que además de controlar la cámara y utilizarla como visor remoto, nos permite recibir las fotos para subirlas a la redes sociales directamente. Algo un poco tedioso es configurar a que red WiFi se va a conectar la cámara ya que solo podemos hacerlo con un dial y un botón pero luego de tenerlo configurado se conecta automáticamente sin problemas.
Hay que tener cuidado de no dejar encendido el WiFi todo el tiempo y, en lo posible, poner la cámara en modo avión cuando no vamos a utilizarla conectada a la red, ya que realmente es un vampiro de batería.
Performance
En este apartado tenemos dos factores fundamentales en la calidad de una imagen, el primero es el sensor, el cual tiene un formato Full Frame (35.8 x 23.9mm) de 24 mega pixeles y la óptica utilizada, en esta ocasión utilizamos una óptica 28-70mm 3.5-5.6f.
Un dato no menor es que Sony fabrica sus propios sensores y en muchos casos vende sus sensores a otras marcas, con lo cual la Sony Alpha tiene el nivel al que nos tiene acostumbrados la marca, ya que su definición y rango dinámico son excelentes (obviamente disparando en RAW).
Le he podido realizar una prueba intensiva para ver cómo trabaja el sensor luego de 100,200 y 300 fotos y no he encontrado ningún pixel vivo o aumento de temperatura en el mismo que modifique la calidad de la imagen (muy útil cuando tomamos fotografías con largas exposiciones o varias ráfagas seguidas).
Algo que he podido notar es que el balance de blancos automático tiene una tendencia a los colores fríos muy sutil que no es problema ya que mediante un programa de revelado digital podemos llevarlo a dónde nosotros creamos correcto.
La velocidad de disparo en ráfaga me resulta bastante decente la cual es de 4.3 fps teniendo en cuenta que es una cámara orientada al mercado profesional podemos decir que para trabajar en deportes es más que suficiente (si combinamos esta velocidad de disparo con una buena tarjeta de memoria podremos disparar alrededor de 37 imágenes interrumpidas sin que se llene el buffer de la cámara.)
Algo que me dejó un sabor agridulce es la velocidad auto enfoque, ya que en una situación de luz optima el enfoque es excelente, rápido y silencioso, mientras que en una situación de baja luz el enfoque es impreciso, la solución que encontré a esto utilizar un botón configurable para que se ponga la ISO al máximo y con eso enfocar para nuevamente llevar la ISO al valor inicial.
En cuanto al video la calidad es más que optima, sumada a la capacidad de grabar a 60pfs, podemos ver nuestros videos en 4k escalados en una televisión de Sony, durante la grabación podemos editar todos los parámetros sin problemas obviamente todos los movimientos que hagamos en los diales de la cámara generan ruido que se nota mucho pero al tener el jack de micro externo esto se soluciona al instante. Conectando los auriculares podemos escuchar realmente lo que la cámara está grabando sin problemas.
Experiencia y sensaciones de uso
Ha sido realmente divertido utilizar esta cámara ya que al ser tan compacta me permitió pasar desapercibido a todos los lugares que fui. Pero verdaderamente puedo decir que la experiencia de uso es muy buena por las ayudas a la hora de disparar y por la calidad de imagen.
Para comenzar, lo haremos con el encendido, el cual a mi parecer es un poco lento, demora alrededor de dos segundos en encenderse lo cual de cierta forma es entendible por la gran cantidad de características que posee.
Durante su utilización me di cuenta que la configuración y forma de los botones es muy útil ya que una vez que nos acostumbramos podemos trabajar únicamente mirando por el visor electrónico. Lo que para un fotógrafo de sociales o deportes también puede ser interesante son los botones configurables que agilizan completamente nuestra labor cuando debemos pasar de una situación de luz a otra con mucha rapidez.
Cuando disparamos en modo A, S o Manual es cuando realmente le sacamos el jugo a esta cámara ya que debemos utilizar los diales de velocidad y apertura los cuales tienen la fricción exacta y necesaria para no moverse ante un golpe accidental.
También, la actualización en tiempo real en el visor electrónico y la pantalla ayudan mucho a la hora de preparar la toma, ya que podemos ver cómo va quedar antes de apretar el disparador.
Algo completamente cuestionable es la duración de la batería, me pareció bastante escasa teniendo en cuenta que no tenemos un cargador de baterías externo, sino que el cargador debemos conectarlo a la cámara, por lo tanto cuando no tenemos batería debemos dejar literalmente de sacar fotos o comprarnos un accesorio y una batería extra para evitarnos este problema.
Conclusión
Cuando tengo que describir a la SONY Alpha 7 no puedo dejar de decir que es una cámara versátil, completamente adaptable a situaciones que puede vivir un fotógrafo social o urbano ya que con solo presionar un botón podemos configurarla para diversas situaciones de luz.
Otra cosa que ayuda mucho es el peso, al ser tan liviana casi no se siente cuando la llevamos con nosotros, lo que nos ayuda muchísimo a la hora de un foto-reportaje de varias horas o una larga caminata por la ciudad.
Entonces, tomando todas las características y su precio de $30 mil pesos argentinos, podemos decir que posee una optima relación calidad precio ya que con ella podemos realizar trabajos de todo tipo sin rompernos la espalda en el proceso y pudiendo pasar de filmar a fotografiar en un momento.
En la galería podrán encontrar tomas realizadas con esta cámara en distintas situaciones de luz y como se adapta a todas sin problemas.
Sensor | Exmor CMOS (35.8 x 23.9mm) |
Procesador | BIONZ® X image processor |
Montura | Tipo E, Compatible con Alpha (mediante accesorio) |
Bateria | InfoLITHIUM 1080 mAh |
Conectividad | Wi-Fi a/b/g/n – NFC |
Lente Kit | 28-70mm 3.5-5.6f |
Dimensiones | 126.9 x 94.4 x 48.2 mm |
Peso | 474 g |
Pros:
- Compacta y Liviana
- Buena calidad en ISO alta
- Compatibilidad con lentes de otras monturas (Necesita accesorio)
- Conectividad por WIFI y NFC
- 3 Botones Configurables
- Posibilidad de escalar el video a 4K
Contras:
- Enfoque impreciso en baja luz
- Cargador directamente a la cámara
- Dificultosa navegación por menus