Francia ha detenido al fundador de Telgram, Pavel Durov. Rusia ha aprovechado para denunciar el acto como un ataque a la libertad de expresión. Un derecho que no es precisamente muy fuerte en dicho país. Durov nacio en Rusia, pero tiene ciudadanía francesa y también de los Emiratos Árabes. En este último país, en la ciudad de Dubai, tiene su sede central Telegram. Rusia apunta que si las acusaciones no son bien respaldadas hay motivos para sospechar que el arresto del ejecutivo tiene motivaciones políticas.
El gran temor
El gran problema para el gobierno ruso es que Telegram es muy utilizado en todo el continente. En Rusia es el principal servicio de mensajería. Esto incluye a figuras políticas, celebridades, organizaciones no gubernamentales y agencias gubernamentales. Pero lo más problemático es que es el sistema principal para las fuerzas militares. La idea de que Durov alcance algún trato con las autoridades francesas a cambio de algún tipo de concesión debe ser una preocupación importante.
La gran ventaja de Telegram es el cifrado de los mensajes. Pero esta cualidad podría quedar en duda. El hecho que Durov haya ido a Francia, país que tenía cargos en su contra y podía arrestarlo seguramente despertó sospechas. Acaso tenía ya un acuerdo previo con las autoridades.
El empresario está acusado de facilitar, a través de su plataforma, el lavado de dinero, el tráfico de drogas y la difusión de pornografía infantil.
Signal del otro lado
Una de las soluciones que compite con Telegram es Signal, el sistema de mensajería creado por Moxie Marlinspike. Este servicio también se caracteriza por utilizar un sistema de encriptado. Signal es la opción recomendada por la Comisión Europea desde 2020. También es el sistema que emplea el ejercito estadounidense.