En los últimos tiempos hemos visto que Samsung estila lanzar dos equipos móviles insignia al año, primero un integrante de la serie S y más tarde novedades en la línea Note. El número asciende si sumamos los modelos Edge. El próximo año podría ser diferente en este sentido para la surcoreana: un reporte de SamMobile señala que en 2017 Samsung presentaría cinco flagships.
La fuente indica que en la primera mitad del año veríamos el Galaxy S8 y el Galaxy S8 Edge, y más adelante el Galaxy Note 7 y el Galaxy Note 7 Edge. El quinto insignia de Samsung en 2017 sería el Galaxy X, un smartphone con pantalla flexible (capaz de ser doblada al medio) y con resolución 4K.
No es la primera ocasión en la que se hace referencia a un dispositivo móvil de Samsung con un display de esta especie. Vale recordar que se habló de él en el marco del denominado Proyecto Valley y que también lo habíamos visto en patentes presentadas por el fabricante.
De concretarse este anuncio se abriría una nueva era en la industria de los smartphones. ¿Acaso será uno de los salvavidas para un sector que ya comienza a exhibir saturación y la consecuente desaceleración? Además, la posibilidad de doblarse al medio volvería a dotar a los teléfonos (cada vez con mayor cantidad de pulgadas) de una de sus esencias: la potabilidad, una virtud que ya no pueden ostentar muchas phablets que difícilmente caben en el bolsillo.