Llegó el día: Samsung presentó el Galaxy Note 9, uno de los equipos más esperados de la segunda mitad del año. Si bien las presentaciones siempre tienen un componente de novedad, en este caso ya se conocían prácticamente todas las características del dispositivo semanas antes de su lanzamiento (Samsung incluso había filtrado por error un video).
Se trata del smartphone de más alta gama de la firma surcoreana, y el principal referente del segmento phablet, un nicho de mercado que promete ser aún más competitivo con el lanzamiento inminente del iPhone X Plus.
Lo primero que llama la atención del Note 9 es su gigantesca pantalla de 6.4 pulgadas Super AMOLED Quad HD+, la más grande hasta la fecha introducida en un teléfono de la línea Note.
El hardware se completa con un procesador Qualcomm Snapdragon 845, 128 y 512GB de almacenamiento interno (expandible), 6GB y 8GB de RAM y una batería de 4000 mAh que, según el fabricante, promete entregar energía para un día completo de uso. Un apartado especial merece el sistema de audio estereo potenciados por la firma AKG, que prometen ser “los de mayor potencia en el mercado móvil”, y el sistema de refrigeración pasiva rediseñado (ya estaba disponible una solución especial en otros Galaxy) para mantener el dispositivo a bajas temperaturas, incluso cuando se juega al Fortnite (el Note 9 será el primer smartphone Android en recibir al juego más popular del mundo; también se sumarán los S7, S8 y S9).
Respecto a la cámara, el sistema utiliza la misma tecnología de apertura variable del S9 (f/1.5 y f/2.4), lo que permite un mejor rendimiento en situaciones de baja iluminación. Se trata de dos lentes de 12Mpx, uno normal y otro en formato gran angular, equipados con estabilización óptica de imagen.
Pasando al principal diferencial del Note 9, el S Pen, tal como se rumoreaba incluye conectividad Bluetooth (Bluetooth Low Energy). Esta tecnología permite usar al lápiz óptico como disparador remoto de la cámara, como clicker para presentaciones, o para manejar distintos parámetros de la reproducción de música y video, entre muchas otras funciones. Un detalle para destacar es que, cuando el dispositivo está alojado dentro del teléfono, su minúscula batería de carga a través de un sistema interno de fast charging.
Por último, en cuanto al software, el Note 9 llegará al mercado con la versión 8.1 Oreo de Android, pero es de esperar que en el corto plazo reciba la esperada actualización a Android 9 Pie, que fue presentado esta semana. La plataforma suma además el servicio DeX, que permite convertir al teléfono en una computadora de escritorio; a diferencia de versiones anteriores, ya no es necesario un dongle para usar esta solución, ya que se activa simplemente con conectar un monitor al Note 9 a través de una entrada HDMI.
Los precios arrancan en US$999 para la versión de 6GB de RAM y 128GB de almacenamiento, y llegan a los US$1250 para la variante más potente, de (GB de RAM y 512GB de almacenamiento. La preventa comienza el 10 de agosto, pero estará disponible a partir del 24 de agosto en cadenas de retail de los mercados en los que se comercializará.