“Acérrimos rivales y excelentes socios”. Así describe Phone Arena la relación entre Apple y Samsung, dos compañías que se han enfrentado en numerosas oportunidades en estrados judiciales acusándose mutuamente de violar patentes y que, en paralelo, han trabajado en forma conjunta en el desarrollo de hardware, siendo la surcoreana proveedora de procesadores que entregan potencia a productos estrella de los de Cupertino.
La fresca noticia en estas arenas es un nuevo y millonario acuerdo alcanzado entre ambas compañías, el cual supone que en 2016 Samsung se convertirá en el principal proveedor de procesadores para iPhone y iPad, al producir el 80 por ciento de los mismos, según reporta The Korea Times. La producción restante quedará en manos de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).
El proceso avanzará por el siguiente sendero: Apple seguirá encargándose del diseño de sus procesadores de la serie A, al tiempo que Samsung y TSMC se encargarán de la fabricación de los mismos; según la fuente, la surcoreana se manejará en la tecnología de procesamiento FinFET de 14 nanómetros, mientras que la taiwanesa aplicará la tecnología FinFET de 16 nanómetros.
Para una compañía que no ha presentado alentadores resultados financieros en períodos recientes, este acuerdo supone un robustecimiento en un segmento en el que aparecen firmas como Qualcomm y Nvidia, y un evidente horizonte de crecimiento en las finanzas.
En este sector específico, recientemente Samsung demandó a Nvidia, acusando a aquella compañía de engañar a los consumidores, según contamos en este repaso.