El mismísimo Linus Torvalds informó que ya está disponible la última actualización del kernel de Linux, en este caso la versión 3.3, y trae la esperada integración de código de Android. Ahora los desarrolladores tienen piedra libre para trabajar en aplicaciones conjuntas y plataformas compartidas.
Lo que se hizo en concreto fue unir el código del núcleo de Android con el núcleo de Linux, lo que significa que el núcleo 3.3 permite el arranque de un espacio de usuario Android. Actualmente esta modalidad no permite una gestión de energía eficiente, pero eso se solucionará en la venidera versión 3.4. El primer paso, en realidad, ya está dado.
Los desarrolladores de ambos proyectos no se ponían de acuerdo, razón principal por la cual el código de Android no se pudo fusionar antes con los repositorios de Linux. De ahora en más es todo protocolar: lo que no alcanzó a entrar en el kernel 3.3 se integrará en las siguientes versiones. También (vale decirlo) es cierto que la inclusión que ahora es noticia es en realidad un regreso, ya que ahora el código incluye partes de Android, pero algunos drivers del sistema operativo de Google habían sido incluidos primero, y luego sacados del kernel hace dos años.
Pero la actualización del kernel no fue solamente para darle la bienvenida a Android. Se agregaron mejoras al sistema de archivos (ahora permiten tamaños de bloques más grandes), manejo de memoria y seguridad, además se incluyó soporte para los procesadores C64X y C66X de Texas Instruments (usados en impresoras, equipos médicos y otros aparatos), mientras que el nuevo kernel integra ahora Open vSwitch, un sistema para la gestión del tráfico de datos entre máquinas virtuales.
Fuentes: Barrapunto, FayerWayer, Genbeta