Sean Parker es reconocido por su papel en Facebook, y años antes, como una de las principales figuras dentro de Napster, un servicio que permitía compartir canciones entre usuarios, hasta antes de que Lars Ulrich, el baterista de Metallica, llevara adelante acciones legales en contra del servicio.
En aquél momento, la trascendencia que tomó este conflicto fue mayúscula, motivando adhesiones y rechazos de todo tipo, aunque el desenlace de la pelea es bastante conocido: el baterista ganó y Napster desapareció con el tiempo.
Pero ahora la relación entre el músico y el inversionista se recompuso, y Metallica autorizó que todo su catálogo de canciones aparezcan en Spotify, empresa en la cual Parker tiene inversiones. Ambos coincidieron en una conferencia de prensa de Spotify en Nueva York, para formalizar la presentación del catálogo de Metallica en el servicio de streaming.
Según opinó Lars Ulrich la cuestión de Napster nunca fue monetaria. “Nunca se trató de dinero, sino de control. (…) Si Napster se hubiera acercado a nosotros primero y nos hubiera dado las opciones, podría haber sido todo diferente. Pero en vez de eso, nos quitaron el control, y todo se transformó en un ‘si jodés con nosotros, te jodemos nosotros a vos’ “, relataba el músico.
Ulrich destacó que el conflicto golpeó duramente la imagen de la banda frente a sus propios seguidores, a pesar de que en realidad la banda quería solamente estar involucrada en la distribución de su música. “En vez de Napster versus Metallica, el asunto se transformó en Metallica contra sus fans“, agregó.
En el mismo sentido, Parker recuerda que en 1999 el discurso también los afectó a ellos, ya que se describía a los integrantes de Napster igualmente como héroes de la libertad en internet, o como avaros que apoyaban la piratería, cuando en realidad su intención era, simplemente, que la música se distribuyera con más libertad, sin necesidad de que esto implicara un robo de contenidos.
Tanto Parker como Ulrich concuerdan en que el litigio dejó a ambos en malas condiciones, pero es evidente que los tiempos han cambiado un poco, y ahora pueden sentarse uno al lado del otro en el evento de Spotify, incluso haciendo chistes. Ulrich mismo destacó sobre el servicio de streaming (que ha pagado más de 500 millones de dólares a artistas y sellos, según su CEO Daniel Ek) el cual, además de pagar royalties, es muy fácil de usar y hace más fácil a los fans acercarse a sus músicos preferidos.
Por último, y hablando acerca del ingreso de otros artistas de primer nombre a estas modalidades, Ulrich justificó el uso actual de estas alternativas como una cuestión generacional, opinando que las bandas que no ingresan en servicios como Spotify “no tienen hijos. Yo tengo hijos y ellos interactúan con la música de formas muy diferentes a como lo hacíamos nosotros“.
Vía: FayerWayer, VentureBeat