En la guerra el dato más trivial y aparentemente insignificante puede ser de vital importancia. Por dicha razón, a modo de prevención, Snapchat ha optado por no mostrar más los mapas de calor en Ucrania. Ya no es posible saber cuantas publicaciones se están creando en una zona en particular.
La compañía también ha señalado que aún así se mantendrá una línea curada de snaps producidos por los usuarios en Ucrania.
As a safety precaution we have temporarily disabled the Snap Map’s "heatmap" of public Snaps in Ukraine. We will continue to offer curated Stories comprised of Snaps submitted in Ukraine.
— Snapchat Support (@snapchatsupport) March 5, 2022
Los civiles
Los mapas de calor no suelen tener mucha utilidad. Son una manera que tienen las empresas de demostrar su popularidad de una forma gráfica y sencilla de apreciar. Sin embargo, en el contexto de un conflicto bélico pueden suponer un grave riesgo para la población civil.
Ucrania y Rusia han mantenido charlas para la creación de corredores de evacuación. Luego de acordar recorridos y fechas muchos se han encontrado con que el ejercito ruso ha atacado las zonas que en teoría habían prometido iban a ser seguras. Varios analistas han apuntado que estos ataques no son accidentales, sino parte de una estrategia.
Snapchat quiere evitar que su servicio sea utilizado como una herramienta para atacar a la población local. No es la única. Google y Apple han desactivado los datos del tráfico.
Internet y la guerra
El acceso a Internet ha jugado un papel clave en la exposición de la naturaleza del conflicto. Tanto para los ucranianos como para los rusos. Elon Musk ha respondido a un pedido de autoridades ucranianas desplegando el servicio de Starlink para asegurar las comunicaciones en la región.
Starlink service is now active in Ukraine. More terminals en route.
— Elon Musk (@elonmusk) February 26, 2022
Por su parte, el gobierno ruso ha impuesto mayores restricciones de acceso. Twitter y Facebook han sido bloqueadas acusadas de difundir falsas noticias. Por supuesto, ambas redes sociales han sufrido una buena cantidad de campañas de desinformación, pero cabe mencionar que muchas de ellas fueron de origen ruso.
Todo esto ocurre mientras se cierra la última estación de televisión independiente en Rusia, TV Rain, se promulga una ley que penaliza a periodistas con 15 años de prisión por difundir noticias falsas y miles de personas son arrestadas en manifestaciones contra la guerra. De hecho la palabra guerra está prohibida.