Olympus y Sony anunciaron un “acuerdo de negocios y capital“, mediante los cuales Sony se compromete a invertir 50 mil millones de yenes (equivalentes a 645 millones de dólares) para salvar a su ex competidora, que se encuentra en crisis desde fines de 2011.
De esta forma Sony se alza con el 11% de toda la compañía, y obtendría además el 51% del paquete accionario de la división de productos médicos de Olympus, en conjunto con cuatro de un total de siete asientos en la mesa directiva de esa área de negocios de su otrora competencia. Este nicho de mercado es uno de los más importantes de la compañía comprada, ya que Olympus controla casi el 70% del mercado de endoscopios a nivel mundial.
El interés de Sony en el mercado médico fue anunciado hace algunos meses, en el plan que se denominara “One Sony“. En abril, en el lanzamiento de este nuevo plan de negocios, se destacaba que la firma era relativamente nueva en el negocio de insumos para la medicina, razón por la cual seguramente se optó por la adquisición de un fabricante experimentado en el área. De hecho, esta joint venture podría traer productos innovadores, como endoscopios 4K (que ofrecerían resoluciones cuatro veces superiores al HD) o con funciones 3D.
Esta compra tuvo su antesala en enero, cuando comenzaba a rumorearse la posible asistencia de Sony, aunque la inversión fuerte (con montos más semejantes a los anunciados en esta oportunidad) recién tomaron trascendencia desde junio. Por su parte, el acuerdo también incluiría el desarrollo de equipos para cines totalmente integrados y un intercambio de tecnologías para el mercado fotográfico: Olympus aportaría lentes y espejos, mientras que los sensores continuarían siendo desarrollados por Sony, área en la que el fabricante ha sabido destacarse.
La crisis de Olympus se desencadenó luego de que tomara estado público que sus ejecutivos ocultaban sistemáticamente números negativos desde los noventas, además de las denuncias del ex presidente Michael Woodford, que fue cesado en su cargo mientras denunciaba irregularidades en la adquisición de empresas por parte del fabricante nipón.