SpaceX ha conseguido un nuevo contrato con una agencia gubernamental. En este caso se trata de la joven Fuerza Espacial de los Estados Unidos. La compañía adaptará su red de satélites starlink para el uso militar. Varias entidades del Departamento de Defensa aprovecharán este medio de comunicación. Por el momento el contrato es de un año de duración por unos USD 70 millones.
El contrato muestra dos hechos interesantes. Por un lado que la USSF es una entidad cada vez más importante y vital de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, así como el conjunto de sus sistemas de seguridad. Por otro lado hace aún más extrañas y arbitrarias algunas de las decisiones que Starlink ha tomado en el pasado.
Millones de dólares de diferencia
Cuando comenzó la guerra en Ucrania Starlink apareció como un medio de comunicación clave. En gran medida las instalaciones fueron adquiridas por Ucrania, pero otra gran parte fueron donaciones gubernamentales de los Estados Unidos.
En una reciente biografía de Elon Musk se señala que el empresario desbarató un ataque ucraniano sobre fuerzas rusas al no habilitar el servicio en la región atacada. Este hecho despertó las críticas de muchos, entre ellos un grupo de senadores de los Estados Unidos. Musk se defendió señalando que era su responsabilidad detener la tercera guerra mundial y que Starlkink debía permanecer como una red civil. Sin embargo, desde ese entonces el control de la red en el sector ha quedado en manos del Pentágono, y ahora Starlink ha conseguido su primer contrato militar.