La agencia sueca de protección de la información deshizo un acuerdo entre el municipio de Salem y Google para el uso de los servicios de la empresa dentro de los organismos administrativos públicos. La agencia estatal ha exigido cambios en los términos del acuerdo para que este pueda ser aprobado. El resultado es que actualmente los servicios en la nube de Google, si bien no están prohibidos en todas las municipalidades de Suecia, recibirían el mismo tratamiento automáticamente. Entre estos servicios se incluyen los calendarios, los e-mails, y el proceso de datos.
La agencia determinó que el contrato que tenía la municipalidad de Salem le daba a Google demasiada discreción en el modo en que los datos iban a ser utilizados. Además, el sector público no tenía la capacidad para asegurar la protección de los derechos sobre ellos. Uno de los ejemplos de la falta de claridad señalados es que no se especificaba como Google recabaría los datos o los procesaría, si acaso habría subcontratados en esa actividad o no. Tampoco se menciona si la información se borrará una vez finalizado el contrato.
Google ha señalado que cree que Google Apps cumple con los estándares de la ley Sueca y espera seguir trabajando en dicho país. Ingela Alverfors, una de las inspectoras que intervino en el caso, comentó que los contratos de servicios en la nube suponen un problema para las municipalidades, dado que ellas deberían estipular como se procesan los datos. Sin embargo, actualmente son los que ofrecen el servicio los que redactan los contratos.
Este no es el primer revés que recibe la compañía en este aspecto de sus negocios. En 2012, las autoridades noruegas habían suspendido el uso de Google Apps durante 9 meses antes de levantar la medida en Septiembre. Google también ha despertado la preocupación de las autoridades españolas respecto a la protección de los datos y la privacidad. La compañía parece haber entrado en una serie de pequeños conflictos en varios países europeos, pero no es un problema particular. En 2012, la Comisión Europea propuso varias medidas para mejorar la protección de los derechos a la privacidad en el ciberespacio. Esta política ha supuesto repercusiones para varias empresas del sector en Europa, incluyendo Google. Los cambios han despertado campañas para atemperarlas por parte de empresas estadounidenses.
Fuentes: Thenextweb, Softpedia, Zdnet