En 2012 Thea-Mai Baumann creó una cuenta en Instagram bajo el nombre metaverse. Su intención era demostrar tanto su arte como la tecnología con la que estaba trabajando.
Una aplicación de su creación permitía visualizar hologramas virtuales sobre los diseños para las uñas que su empresa creaba. La empresaria esperaba poder lanzar una línea de ropa interactiva gracias a las opciones que ofrece la realidad aumentada.
Luego de 5 años se quedó sin fondos para tal ambición, pero siguió utilizando su cuenta para promover su trabajo.
Hasta entonces la cuenta había cosechado unos modestos 1000 seguidores.
Advertencias
Cuando Facebook cambió su nombre a Meta Baumann comenzó a recibir una gran cantidad de mensajes. Había muchos interesados en comprar el nombre que rápidamente se había vuelto muy atractivo.
Sin embargo también hubo usuarios que le advirtieron que Facebook no le iba a comprar el dominio, simplemente lo iba a tomar por la fuerza.
La metaverse bloqueada
El 2 de noviembre Baumann intentó acceder a su cuenta de Instagram y descubrió que esta había sido bloqueada. El mensaje de advertencia señalaba que el motivo era intento de suplantación de identidad.
No existe en sí evidencia que apunte a que Meta haya estado detrás de esta acción como denunciante.
Restaurada
Baumann no tenía los ingresos necesarios para contratar un abogado y exigir la devolución de la cuenta. A pesar de sus quejas nunca recibió una respuesta de la empresa.
El 2 de diciembre el New York Times realizó un reporte de lo ocurrido. Un par de días después Facebook pareció reaccionar. Baumann recuperó el acceso a su cuenta. La compañía señaló que @metaverse había sido removida erróneamente.
El incidente ha servido para muchos como un recordatorio del poder arbitrario que tiene Meta y los escasos recursos disponibles para los usuarios en estos casos.