De acuerdo a un artículo publicado este viernes en Ambito Financiero, el Gobierno argentino está ultimando detalles de un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia para el sector de las telecomunicaciones, con el objetivo de hacer que la fusión entre Telecom y Cablevisión no genere un desequilibro en el mercado. La principal preocupación es que Telefónica y América Móvil dejen de invertir o inicien demandas en tribunales internacionales.
En rigor, la regulación se referirá a las condiciones para ofrecer el llamado cuádruple play en el país, es decir, un paquete que incluya telefonía fija, telefonía móvil, internet y televisión paga. Este cambio se sumaría a los introducidos por el gobierno en 2015, cuando derogó la Ley de Medios, y en 2016, cuando firmó el decreto 1340 con el que allanó el camino a la fusión entre Telecom y Cablevisión.
El gran conflicto que se vislumbra en el horizonte está atado a que, por las normas actuales, las telefónicas no pueden dar televisión satelital y a partir de enero próximo están habilitadas para ofrecer televisión por vínculo físico o radioeléctrico solo en el AMBA, Córdoba, Rosario y Santa Fe. Telecom/Cablevisión quedará entonces en clara ventaja, ya que dominará el mercado en todas las localidades a la que llega la empresa del Grupo Clarín.
Tal como aclara Ámbito Financiero, Telecom/Cablevisión presiona para que a sus competidores se les permita dar TV por cable en todo el país, ya que no tienen la infraestructura para hacerlo y necesitarían inversiones y tiempo para estar en igualdad de condiciones. Telefónica y Claro son conscientes de esta situación, por lo que plantean la necesidad de brindar TV satelital (como ya lo hacen en otras regiones de América Latina) y que no haya limitaciones geográficas, exceptuando a las localidades de menos de 80.000 habitantes que están atendidas por cooperativas y pymes.
Para algunos sectores del Gobierno, incluyendo al secretario de Tecnologías de la Información y la Comunicación, Héctor Huici, esta última solución es aceptable, pero encuentra la firma oposición del Grupo Clarín, que asegura que así Telefónica y América Móvil se apropiarán de gran parte del mercado de televisión paga sin necesidad de realizar inversiones en infraestructura. Asimismo, se abriría un escenario donde tres grandes empresas tendrían la fuerza suficiente como para amenazar a las medianas empresas que dan TV por cable como Telecentro, y el reparto del mercado cerraría la posibilidad de que surjan otros operadores en el futuro.
El DNU también deberá resolver la cuestión del espectro radioeléctrico, ya que Telecom y Cablevisión tienen disponibles 240 Mhz mientras las normas vigentes establecen un límite de 140. La nueva compañía pretende que el límite suba a 180 para todos, mientras que Telefónica pretente que se devuelva el excedente y se defina a posteriori cómo se las adjudica.
Cuando la fusión esté terminada, Telecom y Cablevisión sumarán casi el 60% del mercado de internet (con Arnet y Fibertel), y en algunas localidades como Córdoba llegarán al 95%. Al respecto, consideran que es un problema que se debe resolver a través de la competencia y no fijarse un límite a la participación que cada empresa puede tener en el mercado.