La compañía de telecomunicaciones española, Telefónica, había decidido hace ya un tiempo retirarse de varios países de Amércica Latina. Su primer objetivo era anunciar lo antes posible la salida de México, Colombia o Argentina antes de la próxima reunión de accionistas. A principios de febrero ya sabíamos que había contratado un banco de inversión y una firma de abogados para la venta en México y que en Argentina ya tenía varias ofertas. Telefónica Uruguay también ha sido puesta a la venta.
Acuerdo y declaraciones
El 24 de febrero los directivos aprobaron la venta en Argentina a Telecom por unos USD 1245 millones.
Telecom ha presentado la operación de la única manera que podía, con algún detalle curioso. La compañía explica que adquirió telefónica luego de un riguroso procesos competitivo. Afirma que esta adquisición le permitirá seguir desarrollando la infraestructura en el país hasta llevarla a niveles internacionales.
Telefónica ha señalado que el desprendimiento de sus operaciones en Argentina es parte de su estrategia para reducir la exposición a la región y mantenerse en el negocio de una forma más sostenible y que beneficie más a sus accionistas. De echo, la noticia de la venta hizo que sus acciones subieran.
Una operación a evaluar
Los organismo nacionales encargados de regular las comunicaciones todavía deben revisar la operación y dar su propia aprobación. La norma establece que cuando una operación lleva a una participación del mercado superior al 25% la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia debe evaluar si es valida o no. El ENACOM también tendrá que revisar la venta.
El punto clave es como afectará a la competencia en el país, dado que tanto la vendedora como la compradora participan de la misma industria y tiene productos similares. La telefonía fija quizás no entre en la ecuación, las empresas nunca han competido allí. Pero en lo que se refiere a Internet, móvil y televisión, si podría haber muchos problemas.
Guillermo Francos, el jefe de gabinete, ha señalado que el gobierno nacional analizará si la compra llevaría a una situación monopólica. “Es un acuerdo entre particulares, entre Telefónica y Telecom. En todo caso, después habrá una decisión que se tomará en término políticos. El gobierno tiene que analizar con los órganos correspondientes si aquí se genera una situación monopólica o no y después tomar una decisión”.
¿Nubes negras en el horizonte?
Cabe recordar que la primera reacción del gobierno nacional fue crítica. Tras el anuncio se publicó un comunicado señalando que de concretarse la venta un 70% de los servicios de telecomunicaciones quedarían en manos de un solo grupo económico. Se precisaba que eso generaría un monopolio formado gracias a las décadas de beneficios estatales que recibió la empresa compradora. De ser así el estado tomará las medidas pertinentes para evitarlo.
Como dato curioso, en España hay quien asegura que la transacción ya ha sido cobrada, por lo que los problemas regulatorios y cualquier medida paliativa caería directamente sobre Telecom.
Telecom es propiedad de Cablevision Holding en un 40% y Fintech Telecom LLC en un 40%. El 20% restante de sus acciones están en la bolsa. Detrás de Fintech está el empresario mexicano David Martinez, que adquirió parte de la empresa en 2016.
En caso de rechazo
Si la compra se considera como violando la normativa antimonopolio, la operación se prohibiría y Telefónica debería buscar un nuevo comprador. Si Telefónica en efecto ya no es propietaria de Telefonica Argentina, Telecom podría verse forzada a vender acciones a sus competidores y de esa forma compensar la concentración del mercado. También podría recibir sanciones y ser obligada a aplicar medidas correctivas.
