Pavel Durov, fundador de Telegram, ha señalado que la red social ha llegado a los 950 millones de usuarios activos. El objetivo, explicó, es sobrepasar los mil millones durante 2024. Una marca que no parece tan difícil considerando la población actual.
Break Even a futuro
Para 2025 el gran paso es conseguir que Telegram produzca ganancias. Como tantas otras empresas del sector la prioridad en un principio ha sido expandir la base de usuarios. Esto suele ocurrir a costa de varios meses, incluso años, de trabajo a pérdida. Lograr que el negocio sea sostenible por si mismo no es fácil y muchas compañías a menudo terminan en decadencia o bancarrota aún cuando han logrado buenos niveles de popularidad.
Tienda y navegador
Entre los cambios que podrían facilitar las finanzas de la empresa aparecen la introducción de una tienda de aplicaciones y un navegador con soporte para páginas web3. Esta última iniciativa está vinculada al apoyo que Telegram siempre la ha dado a las iniciativas del universo cripto y blockchain.
Aunque Telegram ha lanzado varias iniciativas vinculadas a las monedas digitales con cierto éxito, también ha sido un espacio de estafas y fraude utilizando dicha tecnología.
Criticado por muchos, usado por casi todos
Telegram tiene su sede en Dubai. Allí la compañía está libre de impuestos y Durov mantiene buenas relaciones con las autoridades. En el resto del mundo la relación de los gobiernos con Telegram varia. Aunque todavía no es el centro de atención, muchos países han criticado a la plataforma. Rusia incluso la ha calificado como un instrumento del terrorismo. El problema, como siempre, es la regulación del contenido. O en este caso el poco ánimo para ocuparse del tema.
En verdad a menudo Telegram es empleada por grupos criminales, pero también por disidentes políticos. En los últimos años se ha convertido en una fuente de información invaluable para los medios periodísticos. Y en tiempos donde la información es un campo de batalla, todo aquel que tiene un interés en comunicar algo tiene un canal.
