La película The Brutalist es la historia de un arquitecto judio de origen húngaro que sobrevive al holocausto, emigra a Estados Unidos y enfrenta una época de infortunio y pobresa hasta que obtiene un primer contrato de un cliente misterioso. Los papeles principales están a cargo de Adrien Brody y Felicito Jones.
Ambos actores trabajaron durante meses con una entrenadora de dialecto para perfeccionar el acento. Aunque este trabajo parece haber dado buenos resultados para las escenas en inglés (esto es inglés con acento húngaro), no ocurrió lo mismo con las que utilizan húngaro. David Jancsó, editor de la película, señaló que intentaron grabar de nuevo los audios con los actores, pero los resultados no fueron buenos. Al final se decidió utilizar un sistema de inteligencia artificial.
IA, pero paso a paso
Para este tarea se utilizó una herramienta conocida como Respeecher, creada por una compañía ucraniana. Jancsó apunta que se tuvo cuidado de mantener el trabajo de los actores. Se reemplazaron algunas letras, especialmente vocales.
La IA también permitió acelerar el proceso, porque la película tiene muchos diálogos en húngaro. Aún así el trabajo fue cuidadoso y en muchos aspectos manual, dado que se apuntó a fragmentos específicos del diálogo que demostraban la necesidad de mejora. Desde la producción se ha comentado que la IA no hizo nada que no se pueda realizar con otras herramientas de estudio que han estado empleándose en diversas producciones.
Un clima hostil
The Brutalist es una producción que se ha mencionado como seria candidata a los premios Oscar. Al mismo tiempo, en el universo Hollywood existe una postura hostil hacia el uso de inteligencia artificial como reemplazo de la labor de los artistas. No parece que este sea el caso de una inteligencia artificial reemplazando el trabajo humano, pero el contexto podría jugarle en contra a la película.