TikTok es una red social, pero también una herramienta para influir en el comportamiento de millones. Esto puede suceder de varias maneras y con mayor o menor transparencia. Gracias a continuos periodos de gracia, a pesar de seguir siendo propiedad de Bytedance, la compañía sigue operando en Estados Unidos. Y esto la ha hecho muy importante para las empresas de origen chino. EEUU le ha declarado la guerra comercial a China, y ha establecido aranceles de tal nivel que amenazan la economía de cientos de fábricas. EEUU es un gran importador de productos chinos.
Compre desde fábrica
Las empresas chinas han recurrido a TikTok para intentar esquivar los recargos impuestos. Una gran cantidad de videos en los que se insta a los estadounidenses a comprar directamente desde fábrica han comenzado a circular. La idea es simple, los aranceles se cobran a los importadores, no a los consumidores.
Este truco no puede aplicarse en todos los rubros, por cuestiones de escala y logística, pero para las marcas de bienes de lujo parece ser una buena alternativa. En los videos se asegura que se pagará una fracción del precio y conseguirán productos de gran calidad.
Algo similar está ocurriendo en Instagram, donde las empresas chinas también son muy activas.
El problema de fondo es que muchas ofertas podrían ser estafas.
Los influencers
Curiosamente además de las empresas una gran cantidad de influencers han comenzado a promover estas opciones de compra. Es posible que muchos hayan considerado la idea como valiosa, otros hayan recibido un pago y otros tantos simplemente se hayan sumado a una tendencia más. Los videos parecen ser muy populares.
¿Pueden los videos en un par de redes sociales afectar el rumbo de una disputa económica? Es poco probable, pero nunca podemos estar del todo seguros.