“Mi aspecto favorito de Twitter siempre ha sido la inmediatez, ver lo que está sucediendo en mi mundo ahora“, decía Jack Dorsey cuando presentaba al mundo los TT o tendencias, palabras clave o frases, e incluso hashtags, que a fuerza de repeticiones van dando una idea del devenir discursivo del mundo tuitero.
Desde aspectos de las noticias y la realidad mundial, frases referenciales o nombres de celebridades, todas se imponen en un listado, y cada uno de esos trending topics se mantiene rankeado de acuerdo a su propio ciclo vital. Y en Twitter, por lo urgente, los tópicos no suelen durar mucho.
Para comprender cómo los trends se van renovando periódicamente, debemos decir que la emergencia (o temperatura) de un tema responde a un algoritmo que se encarga de clasificar y, eventualmente, destacar un contenido particular. La complicado de esta cuestión es que la clasificación se hace en tiempo real, sobre el volumen total de los 340 millones de tweets diarios.
Si bien hay temas muy populares que no generan trascendencia suficiente como para aparecer entre los trends, también es verdad que existen ciertos factores a tener en cuenta para que un tema en particular esté o no en la lista. Por dar un ejemplo, un trending topic no puede haber estado previamente listado como tal, porque el algoritmo no lo reconocería. Al mismo tiempo, esta regla puede tener una excepción, cuando el tema es comentado nuevamente por un grupo de personas, variando también de acuerdo al alcance regional o mundial del listado.
Una situación interesante fue la que se dio durante 2010, cuando a dos años de comenzar a utilizar los trending topics, la gente (en oportunidad de la explosión del tema Wikileaks), comenzó a indagar ¿porqué X no es trend?. Ante las denuncias de censura y para aclarar estas cuestiones, la red social hizo su descargo: “Twitter favorece novedad por sobre popularidad“, y explicó cómo los trends ayudan a la gente a descubrir las noticias más innovadoras en tiempo real.
Lo que sucedió fue que ese mismo año, y ante la enorme popularidad que había tomado la estrella adolescente Justin Bieber, Twitter debió cambiar su algoritmo de trends, el que antes se manejaba por volumen total de tweets, para pasar al sistema de “novedad” que tiene actualmente. Es por la misma tazón también que en Twitter opinan que una segunda mención de un tema en la lista significaría cortar con la sensación de “último momento” dentro de la red.
Redondeando entonces, además de la popularidad (esto es, una cantidad considerable de gente hablando sobre algo), debe haber también una periodicidad en las menciones de estos temas bastante alta. Dicho de otro modo, sin repetir y sin soplar, 100 mil menciones de un hashtag por espacio de una semana no son lo igual que la misma cantidad de menciones durante 2 horas.