Podríamos decir que los píxeles que queremos mejorar se cubren con nuevos píxeles creados a partir de datos lumínicos y texturas que nosotros indiquemos. Según el objetivo, tenemos cinco herramientas de este tipo, todas ellas con varias opciones para configurar (por ejemplo, el tamaño del pincel o el tipo de textura). Las analizamos a continuación:
Pincel corrector puntual: con esta herramienta, Photoshop crea un “parche automático”. Es especialmente útil para mejorar áreas que estén rodeadas de otras áreas “correctas”, porque el programa toma los datos del contorno de aquello donde hacemos clic, con los que intentará corregir automáticamente lo seleccionado. Nos ofrece tres opciones para decidir desde qué parte de la imagen buscar los píxeles correctos: [Ajustar a entorno] toma los píxeles del contorno directo; [Crear textura] crea automáticamente una textura para cubrir el área que seleccionemos; [Según el contenido] crea el “parche” en cuestión tomando muestras desde diferentes áreas.
Pincel corrector: es similar al puntual, con la diferencia de que en este caso somos los usuarios quienes decidimos desde qué área se tomarán los datos para crear el parche reparador. Para ello, simplemente debemos mantener presionada la tecla <Alt> y hacer clic en el área que queremos tomar como referencia para crear la textura que cubrirá el desperfecto.
Parche: es muy útil para sustituir grandes áreas de la imagen por otras. Su funcionamiento es sencillo: simplemente se contornea el área que se desea cubrir y luego se arrastra hacia el área que se considere correcta. Luego, Photoshop se encarga de generar la textura que funcionará como parche.
Movimiento con detección de contenido: se utiliza para mover un elemento dentro de la imagen seleccionándolo y arrastrándolo. Para llenar el espacio vacío que deja el elemento al arrastrarlo, Photoshop implementa un algoritmo que genera el nuevo fondo basándose en el contorno.
Pincel de ojos rojos: como su nombre lo indica, se utiliza para mejorar las fotografías de rostros que por cuestiones lumínicas terminaron con ojos rojos. Es de funcionamiento automático, solo requiere encuadrar la zona donde está el ojo rojo.