Ocurre que las nuevas PC incluyen en muchos casos 2, 3 y hasta 4 particiones diferentes. Esto puede ser realmente muy bueno y muy seguro, pero en algunos casos puede resultar un poco engorroso para los usuarios menos expertos.
Para cuidar la integridad de los datos y quizás, sobre todo, para evitar tener documentos dando vueltas, lo cual en la práctica hace que una copia de respaldo eficaz sea imposible de realizar, una buena idea es definir de antemano en qué partición se alojará por defecto cada tipo de archivo. Esto redundará en que al momento de hacer un respaldo alcance con respaldar una partición entera. Y ya.
En Windows 10, para definir esto deberemos acceder a [Configuración/Sistema] y en [Almacenamiento] buscar el apartado [Guardar ubicaciones]. Si nuestro equipo incluye dos unidades físicas, podremos definir incluso dónde se instalarán por defecto las nuevas aplicaciones que no incluyan un instalador que permita elegir. Pero si la unidad física es solo una, la opción [Las nuevas aplicaciones se guardarán en] no estará disponible. En cambio, en todos los casos estarán disponibles las opciones para documentos, música, imágenes y videos, todas las cuales incluirán en sus menús desplegables la lista completa de particiones elegibles. Tomar esta decisión al hacer una instalación limpia del sistema o al cambiar el equipo puede ahorrarnos a futuro muchos dolores de cabeza.