Es difícil referirse a lo que ocurre en Twitter sin sonar como una máquina de lanzar críticas a Elon Musk. Pero lo cierto es que el empresario no colabora en lo más mínimo. Su hasta ahora breve periodo en la empresa amenaza con lograr un nuevo récord hacia la bancarrota.
No estamos exagerando. El empresario ha señalado en su primera carta a los empleados de Twitter que esta es una posibilidad seria si no logran cambiar el rumbo.
La apuesta a la suscripción
“La razón por la que apostamos fuertemente a los suscriptores es porque necesitamos mantener a Twitter con vida”. ¿Cuántos suscriptores necesita Twitter? La compañía no ha ofrecido un número exacto o aproximado. Sin embargo, Musk ha señalado que la idea es que la mitad de los fondos provengan de esta fuente.
Este objetivo puede ser adecuado, pero no es nada sencillo. Hay pocos servicios con un acceso base gratuito que logren un buen nivel de conversión para la suscripción. Uno de los más notables es Spotify, que obtiene un 80% de sus ingresos de sus suscriptores.
¿Tiene Twitter algo de similar valor para ofrecer por la suscripción?
Los usuarios de Blue podrán publicar textos más extensos y videos. Nada demasiado extraordinario, pero parece interesante.
Se les otorgará mayor visibilidad a sus publicaciones, respuestas, menciones y resultados de búsqueda. Esto puede ser atractivo, pero también perjudicar la experiencia en general de la plataforma.
Sufrirán de una menor cantidad de publicidad. Aunque hay quien ha comentado que esta característica ya ha entrado en función para todos los usuarios por el éxodo de anunciantes.
Por su parte, La marca azul parece estar destinada más a la vergüenza que a la distinción. Ya han salido varias extensiones para navegador que sirven para distinguir quienes tienen el verificado por su importancia y quienes simplemente lo adquirieron con la suscripción.
La marca azul ha despertado un caos tal que Twitter, que nunca fue del todo un medio seguro, ahora es prácticamente poco mejor que leer noticias en Reddit. Ser distinguido en un espacio cuya calidad va en declive en menos interesante que serlo en uno que tiene cierta pretensión de calidad.
