Hace unos días nos enteramos que Twitter había dejado de pagar el alquiler de sus oficinas. No solo las que tiene en California, sino también las que mantiene hasta ahora en varias partes del mundo. No es muy aventurado especular que muchas de ellas dejarán de existir. Una de las políticas de la compañía desde que Elon Musk asumió como CEO ha sido recortar gastos: despedir personal, reducir equipos, apostar por la automatización de sistemas, eliminar servidores, etcétera.
Y al parecer en la situación económica en la que está la empresa cada centavo suma. Twitter ha puesto una gran cantidad de objetos de sus oficinas en San Francisco a la venta.
La subasta
Entre los objetos que podían ser adquiridos a través de un mecanismo de subasta se encontraban una versión gigantesca del logo de la red social y una arroba de 1,90 metros. Además de lo mencionado otros ítems más comunes han sido parte de la oferta. Mesas de café, máquinas para preparar café, estanterías, algún que otro sofá y hasta compartimentos a prueba de ruido.
Al momento de escribir este artículo la subasta no había concluido.
Una cuestión de escala
No es necesario aclarar que ni esta venta, ni el cierre de oficinas harán una gran diferencia en las cuentas de Twitter. La compañía no estaba en un buen estado cuando la compró Musk, pero parecía mantenerse en pie. Todo lo que Musk ha hecho parece haber precipitado a Twitter hacia el abismo. El problema principal es el rechazo de muchas empresas que compraban publicidad a las medidas implementadas.
Musk ha admitido que la quiebra es una posibilidad muy real.
