Un estudiante de arte y diseñador gráfico holandés llamado Sam van Doorn usó un pinball para hacer arte moderno como parte de su proyecto de graduación, la muestra se llama STYN.
La máquina fue modificada para ser cargada con litografias que luego son pintadas mientras se juega. El mismo van Doorn dice que sus trabajos no pueden llamarse “arte” sino que más bien son piezas de diseño que son el producto de “diversión y juego”, pero aún así están a la venta por unos 50 euros cada una.
En su blog el diseñador declaró que “en el tiempo de la digitalización del proceso de trabajo, podés olvidar fácilmente la libertad y la diversión de jugar. Al crear nuevas herramientas, te das la oportunidad de liberarte de los estándares del diseño. Como resultado de esa idea desarmé una máquina de pinball y la reconstruí como una herramienta de diseño.”
Si quieren más información sobre STYN pueden dirigirse a la página de Facebook de Sam van Doorn o a su blog personal.