Se trata de The Pirate Bay, un popular sitio de enlaces P2P que ya cuenta con más de 23 millones de peers registrados y hace fuerzas para ingresar en el famoso libro de los récords mundiales.
A tal efecto, los creadores del portal pidieron a través de su blog que los reconozcan por el particular mérito y los incluyan en el libro como “el tracker” más grande del mundo.
De hecho, dicen que ya comenzaron los papeleos necesarios para poder figurar en la publicación que registra logros excepcionales alcanzados por seres humanos, algunos bastante bizarros, como aquel sujeto que se dejó crecer las uñas de los pies unos 2 metros (¡Madre de Dios!).
En su bitácora, los responsables reconocieron el esfuerzo de todas las personas que colaboraron en el exponencial crecimiento:
“Queremos agradecer a todos los grandes y persistentes uploaders por el tiempo que dedican a compartir. Pero más que todo, debemos agradecerles, a ustedes y a ti… porque son los que hacen lo que este sitio es. Juntos: uploaders, seeders, leechers, mods y administradores, todos somos Pirate Bay”.
Realmente conmovedor hasta las lágrimas. Snif.
Desde luego que esta simpática campaña por aparecer en el libro Guinness no es algo que despierte cariño en sus principales detractores: un pesado aglomerado de multinacionales que pertenecen nada menos que a la industria cinematográfica, discográfica y también del software.
Todos ellos intentaron de todas las maneras posibles eliminar al sitio de la faz de Internet y si bien las autoridades de Suecia, país donde “vive” The Pirate Bay, también quisieron clausurar sus acciones, el portal sigue de pie y dándole batallas a todos. Una especie de David informático entre cientos de Goliath sedientos de bits.
Para quienes no ubican al sitio, la “Bahía Pirata”, que por suerte nada tiene que ver con “Guardianes de la Bahía” (aquella serie deprimente que sólo tenía de bueno a las guardavidas voluptuosas como Pamela Anderson y Carmen Electra) es un tracker gratuito de bittorrent, un protocolo de compartición de archivos que permite transferencias de archivos grandes de una manera confiable y rápida.
El antecedente paradigmático para este tipo de contiendas fue Napster, que debió cesar sus actividades y pagar una buena cantidad de dinero a la industria discográfica ¿Podrá The Pirate Bay resistir mucho tiempo más?
