En la página del proyecto Alex Shakespeare explica que la pandemia ha supuesto una mayor cantidad de tiempo en casa, dado que las posibilidades para viajar se han limitado notablemente. Por fortuna, recientemente su actualidad profesional ha estado vinculada al mundo del streaming de video, lo que lo ha llevado a crear Ventana al Mundo. Una ventana digital con varias opciones a disfrutar.
Un puñado de cámaras en vivo situadas en diferentes países del mundo son las encargadas de ayudarle a combatir la sensación de encierro.
El proyecto
Ventana al mundo incluye un monitor, un panel de control en una pared cercana y un sensor que controla la posición del espectador.
El monitor ha sido instalado al final de un pasillo, en el marco de una ventana real. No está simplemente colgado delante de ella, sino hábilmente disfrazado para que no se note su presencia, salvo cuando esta apagado.
El panel de control es un planisferio con luces led representando las localizaciones disponibles, unas 5 en total. Una ficha con la forma de un avión puede ser trasladada de un lugar a otro para activar las ventanas.
En el techo, justo sobre el lugar en el que se encuentra el panel, se ubica un sensor que rastrea los movimientos del usuario. Cuando este se mueve hacia la derecha o la izquierda el sistema recibe la información y ajusta un poco el ángulo de la imagen, mejorando el efecto de la ventana.
Beneficios y perjuicios de una ventana digital
Claramente, tener una ventana con varias opciones supone una gran ventaja. Sin embargo esto supone dedicar un monitor a tal fin, cerrar una entrada de aire en verano y perder la visión al propio vecindario. Pero si el calor no es un problema y no hay nada para ver en la calle, entonces resulta ser una buena opción.
Algunos detalles técnicos adicionales pueden verse en el sitio de Alex Shakespeare.