Hace un año Unity decidió cambiar el esquema de costos de su motor gráfico. Fue una de las jugadas destinadas a competir por el premio “disparo en el pie del año”. El problema no fue en sí el aumento de los precios, sino la incorporación de una tarifa por instalación.
Lo dicho suponía que cuanto más equipos tuvieran el juego instalado, más tendrían que pagar los desarrolladores del videojuego. Dado que muchos juegos tardan varios años en producirse, el cambio agarró a muchos por sorpresa y teniendo que re calcular sus costos. En algunos casos, cuando todavía era posible y conveniente, se decidió abandonar el motor.
Además de lo señalado, el nuevo esquema tenía muchos aspectos problemáticos que la empresa no supo explicar bien.
En general, a la mala movida a nivel comercial se sumó un espantoso manejo de la comunicación con los clientes y el público en general. Y Unity sintió el impacto.
No más cobro por Runtime
Un año después la compañía ha anunciado que el costo por instalación ha sido eliminado y con efecto inmediato. Según explica, esta decisión es fruto de un amplio proceso de consulta con los clientes y la comunidad en general. La noticia es oportuna y despeja el camino para una recepción mas entusiasta de Unity 6 este mismo año.
Cambio en los costos
La compañía también ha aprovechado la ocasión para señalar que en 2025 aumentará los costos de las suscripciones para los planes profesionales y para empresas. Esta última opción será la que sufra el mayor impacto, con un incremento del 25%. El plan para empresas será obligatorio para las empresas que superen los USD 25 millones en ingresos anuales.
Unity Personal seguirá siendo gratis para quienes no superen los USD 200 mil al año. El plan Pro costará USD 2200 por año.
El problema para Unity no es ahora sus ofertas, que sin duda son buenas. El problema es si será capaz de recuperar la confianza de los desarrolladores.
