Por lo general cuando pensamos en el trabajo y la inteligencia artificial nos preocupamos. La tecnología parece destinada a producir una nueva ola de automatización en una amplia variedad de tareas y por lo tanto desplazar a muchos profesionales. Sin embargo, en el caso de algunas compañías la inteligencia artificial podría ser empleada para evitar los despidos.
Deloitte es la empresa de servicios profesionales más grande del mundo. Durante 2023 contrató a unas 130 mil personas. Sin embargo, a pesar de necesitar más profesionales, también tuvo que advertirles a miles que sus puestos se estaban volviendo redundantes. Esto sucede luego de una reestructuración debido a una caída de la demanda en ciertas áreas.
La IA examina las habilidades
La compañía quiere utilizar la IA para evaluar las habilidades de sus empleados y poder trazar planes de traslado de áreas de negocio que no tienen mucho movimiento a aquellas que tienen gran demanda. El objetivo de la empresa es evitar los grandes movimientos dentro de su plantilla de empleados y mejorar la eficiencia en sus contrataciones. Reconvertir a los empleados, cuando es posible, supone una opción más económica.
Nos gustaría imaginar que los ejecutivo de Deloitte también se alegran de evitar los despidos en sí.
La IA se lleva las tareas repetitivas
En cierta forma la IA evita muchos despidos que ella misma provoca. Deloitte es una de tantas empresas que ya utiliza esta tecnología para ocuparse de tareas administrativas repetitivas. En el pasado este trabajo caía en manos de los empleados más novatos.
Es difícil saber que tan representativo es el caso de Deloitte, pero podría suceder algo similar en muchas empresas. El uso de las IA para transferir personal podría aliviar los traumas que producirán los primeros años de una nueva etapa de automatización. Ayudaría también al pasaje de áreas con caída de la demanda de personal a otras que podrían crecer o surgir en un futuro cercano.