Los estudiantes de enfermería de la Universidad de Newcastle tienen ahora la opción de practicar sus habilidades para la solución de conflictos en un entorno de realidad virtual.
Esta alternativa tiene además una característica particular, dado que el sistema es capaz de leer las reacciones biológicas del usuario y responder a ellas.
El simulador fue creado en cooperación con el equipo IT de Innovación de Servicios. Este grupo ya había creado experiencias similares de simulación de tareas de riesgo y estrés para parteras y estudiantes de odontología.
Un paciente enojado
El avatar que deben enfrentar los estudiantes de segundo año se conoce como Angry Stan, y fue modelado en base a interacciones reales que enfermeros y parteras han tenido que enfrentar.
Los estudiantes deben enfrentar los distintos escenarios que se les ofrecen a través de una serie de opciones de diálogo. El objetivo es controlar la situación y hacer que Stan se calme.
Sin embargo el factor clave es que la simulación responde al ritmo cardíaco de los estudiantes. Cuanto más calmados están los estudiantes más sencillo se torna el escenario.
En cambio, si se ponen nerviosos, el sistema reacciona a consecuencia. Incluso si eligen una respuesta segura y tranquila, la forma en que esta aparecerá en la simulación será más provocativa para reflejar el nivel de estrés.
De esta manera se reproducen los errores que pueden cometerse por el nerviosismo que produce una situación de conflicto.
El objetivo
La idea de la simulación es que los estudiantes aprendan a manejar los conflictos, pero también a controlar el estrés. Hasta ahora la resolución de conflictos era enseñada a través de libros de texto.
La realidad virtual le ayuda al estudiante a aprender las herramientas para calmar a los pacientes, pero también los ayuda a adquirir la resistencia necesaria para lidiar con los problemas.