Salvo que hayas estado distraído por alguna buena causa, como una epidemia internacional, lo más probable es que estés enterado de los requisitos de Windows 11. Las exigencias impuestas por Microsoft son estrictas, pero tienen su lógica en términos de seguridad.
Más recientemente la comunidad de jugadores de Valorant se ha enterado de que esta producción exigirá el modulo de seguridad TPM 2.0 y la función de arranque seguro.
El módulo de plataforma segura tiene como objetivo facilitar las operaciones criptográficas del equipo y evitar que un malware altere el sistema. En el se pueden almacenar los datos de certificados y contraseñas. El arranque seguro se encarga de que solo el código del fabricante del hardware y Microsoft se ejecuten al iniciar el sistema.
La exigencia aparece en las máquinas que tienen instalado Windows 11. Cuando se da inicio al juego, si estos elementos no han sido activados o no están disponibles el usuario es advertido.
Cabe recordar que es posible instalar Windows desde una imagen ISO sin tener estos elementos. No es lo ideal ni lo que Microsoft prefiere que hagan los usuarios.
En la escena profesional
Valorant es un juego de disparos que muchos ubican en términos de estilo y mecánicas a medio camino entre el Counter Strike y Overwatch. Desde su creación fue pensado para la competencia y el universo esport.
Es muy probable que estas nuevas opciones de seguridad sean obligatorias para todo aquel que tenga instalado Windows 11, pero no necesariamente para quienes utilicen un sistema operativo anterior. El TPM podría ser empleado para evitar las trampas, lo que sería una norma de seguridad importante para la escena profesional. Esto supondría que los equipos y jugadores profesionales estarían obligados a utilizar Windows 11.
Exigir estas opciones como estándar general supondría cerrarle la puerta a miles de aficionados y una gran cantidad de ingresos.