Riot Games es ampliamente conocida como la compañía detrás de League of Legends, uno de los juegos de mayor importancia dentro del universo esport.
Hace unos meses se dio a conocer que sus desarrolladores estaban trabajando en una nueva serie de títulos. Pero solo recientemente hemos tenido la posibilidad de conocer un poco más sobre uno de ellos: Valorant.
Valorant es un FPS, un juego de disparos en primera persona, que combina elementos de producciones del estilo Overwatch con una dinámica de juego más similar a la de Counter Strike.
Heroes y armas
Valorant tiene una serie de personajes con poderes especiales. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en Overwatch los poderes son más de uso táctico que herramientas de gran fuerza ofensiva o defensiva y, por lo que se ha podido apreciar hasta ahora, tienen un uso menos frecuente.
Cada personaje también tiene la posibilidad de elegir un set de armas antes de iniciar la partida, como ocurre en CS:GO. El Time to Kill, cantidad de impactos necesarios para eliminar un oponente, es parecido al que se puede observar en este título y otros similares como Rainbow Six siege.
El diseño de los escenarios también parece apuntar en la dirección de CS:GO antes que la de Overwatch.
La inteción de Riot es que la precisión en los disparos también sea fundamental.
Pensado para el universo esport
Valorant saldrá al mercado como un F2P que podrá disfrutarse en redes y computadoras con un hardware mínimo. Sin embargo el rendimiento, sobre todo los cuadros por segundo, mejoran notablemente con un hardware más actual.
En teoría el juego puede funcionar aceptablemente con un mínimo de 4GB RAM, y 1 GB de memoria de video y Windows 7.
Las gráficas, por lo que se puede ver se mantienen simples. Esta sencillez parece ser parte del diseño, dado que en conjunto con un uso menos frecuente de los poderes permite una visibilidad más clara.
Y la visibilidad es un elemento clave para la transmisión de eventos competitivos. La crítica que a menudo se ha hecho a Overwatch es que en una gran cantidad de ocasiones es casi imposible para el público saber bien que está pasando.