Los NFT fueron una sensación. Las colecciones de bienes digitales se multiplicaron a gran velocidad y muchos entusiastas se apresuraron a adquirir las opciones que calcularon serían las más atractivas a futuro. Los tokens eran tanto una inversión como un símbolo de pertenencia y estatus social. Su existencia no puede separarse del boom de las criptomonedas.
Pero desde entonces el bitcoin ha caído. Y una gran parte de los aficionados a los NFT han descubierto que el espantoso cuadro del mono generado por un algoritmo no realmente muy valioso. En algunos casos los intentos por vender los NFT han terminado en grandes pérdidas.
El NFT del primer tuit de Jack Dorsey fracasa en una subasta
NFT, pérdidas e impuestos
En este contexto ha surgido un servicio online conocido como Unsellable. En este sitio web los desafortunados poseedores de los NFT pueden venderlos por el equivalente en ethereum de unos USD $0,01. Los costos de la operación corren por parte del vendedor.
La idea es reportar los NFT como inversiones, valores, vendidos a pérdida. De esta manera se los puede incluir en el cálculo de ganancias de capital y obtener una reducción en los impuestos. Para muchos este será el mayor beneficio que estos tokens han producido. Por supuesto, esta alternativa está sujeta a la legislación de cada país.
El fin de una era
Unsellable se propone reunir la mayor colección de bienes digitales invendibles. Actualmente posee algo así como 1600 tokens. El momento no podría ser más adecuado. La firma Chainalysis ha calculado que de marzo hasta diciembre el gasto en los tokens no reproducibles ha caído un 87%.
