Hace unos días OpenAI publicó un estudio que realizó en colaboración con el MIT. La idea era ver de que manera se relacionaban las personas con ChatGPT. La compañía explicaba que el objetivo final era guiar a los desarrolladores para producir modelos que interactuaran de una forma que fuera segura y saludable para los usuarios.
En términos generales, los estudios mostraron que las IA producen diferentes efectos dependiendo del modo en que las personas utilizan la herramienta, pero también según sus circunstancias personales. La empresa sostiene que ChatGPT no está diseñada para reemplazar o imitar las relaciones humanas. Pero las personas pueden elegir usar a las IA de esta manera por sus capacidades para conversar.
La voz es un factor clave
Los resultados apuntan a que el vínculo emocional es bastante raro. Aún entre los usuarios que más tiempo utilizan la herramienta la afectividad aparece solo en un pequeño grupo.
Las expresiones emocionales estuvieron asociadas a un sector de los usuarios que emplean las opciones de voz. Como el grupo es verdaderamente pequeño puede ser difícil notar lo que ocurre con ellos cuando se realizan estudios de tendencias generales para la plataforma.
Los modos de voz aparecen con mejores resultados para el bienestar de las personas cuando se los usa de forma breve. Sin embargo, cuando el uso es diario y prolongado los resultados son peores. El estilo de la voz no parece haber tener un impacto en el resultado.
Soledad, uso y dependencia
Un aspecto curioso es que las conversaciones personales demostraron tener más expresiones emocionales y aparecen asociadas a mayores niveles de soledad. Sin embargo, al mismo tiempo se las vinculó con menores niveles de uso problemático y dependencia cuando el uso de la herramienta era moderado. Las conversaciones no personales mostraron un mayor incremento de la dependencia emocional, sobre todo en el uso elevado.
Condición humana
Las personas que tienden a desarrollar mayor apego en sus relaciones y quienes veían a la IA como una amiga son las más propensas a experimentar efectos adversos por el uso de los chatbots. Con mayor uso diario los efectos aumentan. Los investigadores advierten que lo detectado son correlaciones, no necesariamente implican una relación causal.