De visita relámpago en la Argentina para participar de ExpoManagement, Jimmy Wales, fundador de la enciclopedia de conocimiento libre más extensa del universo, habló sobre la actualidad del proyecto y compartió sus reflexiones con el público.
“¡Despiértense!” fue lo que vociferó el gurú tecnológico a las nueve en punto de la mañana para sacudir a una audiencia repleta de empresarios poco acostumbrados a esta clase de experiencias con personajes de semejante calibre.
“¿Cuántos de acá leyeron alguna vez un artículo de Wikipedia?”, preguntó de entrada, después de mencionar el título de su charla, “Wining in the wiki age”. La respuesta fue obvia y cientos de manos se levantaron. “¿Y cuántos han editado un artículo?” El silencio expuso su punto: la mayoría de los usuarios de Wikipedia no entiende cómo funciona ni su filosofía.
Y ahí comenzó con las aclaraciones: “Wikipedia no es lo mismo que cerveza gratis. Es la suma del conocimiento humano –explicó–. Está basada en las características del software libre enunciadas en 1983 por Richard Stallman: podés copiar contenido, modificarlo, redistribuirlo y comercializarlo”.
Los números ejemplificaron el carácter global de la enciclopedia electrónica que escaló desde 2002 al quinto lugar de popularidad en la Web: según Wales, hay 2.500.000 artículos en inglés y 21 idiomas con cien mil artículos. “Y, sin embargo, está manejada por la Wikimedia Foundation, una pequeña organización con 22 personas que sólo se encargan de mantener el software –dijo–. La Wikipedia, más bien, funciona gracias a una comunidad mundial de cien mil voluntarios que editan y corrigen artículos.”
No faltaron reclamos (“necesitamos aumentar la participación”), la enumeración de desafíos (“frenar el vandalismo, combatir la censura, mejorar la calidad”), loas a la neutralidad de artículos y la descripción de sus nuevos proyectos (Wikia, un sitio de artículos comunitarios, y Wikia Search, un buscador social).
Pero fueron los pronósticos de Wales los que más atrajeron en esta visita relámpago: “La información generada por el consumidor se está convirtiendo en dominante –avizoró–. La cultura del compartir y el intercambio intelectual avanzan sobre la cultura comercial. Esto es un nuevo modelo de conocimiento, distinto. Es la emergencia de una cultura global por el propio placer de interactuar. La vieja frase de ‘conocimiento es poder’ caducó. Ahora el talento es poder. Darle acceso a la información no implica que la gente sepa cómo usarla”.
Y entonces, la audiencia aplaudió a rabiar. Se apagaron las luces y los ejecutivos volaron al hall a tomar su café y a comer sus medialunas.
Fuente: Crítica Digital