A esta altura pensar que algunos servicios de Internet no son vulnerables a errores informáticos es como creer en un mundo sin guerras. Y esta vez le tocó a la firma WordPress.com, cuyo servicio de blogs estuvo aproximadamente dos horas fuera de combate, arrastrando consigo poco más de 10 millones de bitácoras repartidas por todo el mundo.
Los ataques contra Twitter de los últimos meses, que en agosto provocaron una caída del servicio y más recientemente obligaron a cambiar cientos de contraseñas, hicieron que en un primer momento se atribuyera la caída de WordPress a un ataque informático, pero el incidente parece deberse a un problema técnico.
Según explicó a través de un post Matt Mullenweg, fundador de WordPress, todo parece apuntar a un fallo en un router de uno de sus proveedores de centros de datos.
Aparentemente, la caída fue debido a una mudanza de uno de los routers en uno de los datacenters que dan servicio a la compañía. El cambio en la batería de routers, responsables de balancear el tráfico, provocó una caída total del servicio al no responder adecuadamente los otros servidores que WordPress tiene en otras localizaciones de los EEUU.
Se trata de la mayor caída de servicio que sufre WordPress en cuatro años, y que afectó a millones de blogs alojados en WordPress.com, aunque no a los que utilizan el sistema de gestión de contenidos de la empresa pero alojan sus datos en otro servidor.
Mullenbeg también indicó en su post que se calcula que durante el fallo de servicio, sus usuarios podrían haber perdido unos 5.5 millones de páginas vistas.
“Necesitamos investigar más a fondo y descubrir qué pasó exactamente, por qué y cómo recuperarnos con más agilidad la próxima vez para aislar problemas como este y que no afecten a nuestras otras instalaciones”, concluyó Mullenbeg.