Mark Zuckerberg ha tenido que defender a Meta frente a la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos. Se acusa a la compañía de haber creado un monopolio ilegal en el campo de las redes sociales. Un factor clave en esto es la adquisición de Instagram y WhatsApp, que en una época aparecían como fuertes competidores.
El temor a la competencia
El CEO de Meta ha brindado unas 10 horas de testimonio. Su tarea era especialmente difícil dado que los funcionarios contaban con documentos y comunicaciones de la empresa en las que se hablaba sobre las compras de los competidores.
En 2011 Zuckerberg advertía que Instagram se había transformado en un importante competidor para su servicio de fotos, el ya extinto Facebook Camera. En 2012 la compañía adquirió a su rival. En un mensaje de 2012 el ejecutivo apuntó que Messenger no podía contra WhatsApp y lamentaba que como Instagram había crecido más que Facebook habían tenido que comprarla.
En una comunicación de 2013 Zuckerberg expresaba su preocupación por la posibilidad de que WhatsApp desarrollara opciones similares a Facebook e Instagram y les ganara en Estados Unidos y otros mercados. También temían que Google comprara a su rival antes que ellos pudieran hacerlo.
Zuckerberg se ha defendido señalando que, luego de reunirse con Jan Koum, uno de los fundadores de WhatsApp, pensó que era muy difícil para esa plataforma desarrollar las características que compitieran con los servicios de Facebook.
A confesión de partes
En 2018 el CEO de Facebook le dijo a otros ejecutivos de la empresa que existía la posibilidad de que fueran forzados a separar Instagram e incluso WhatsApp en los próximos 5 a 10 años. El correo electrónico probó ser un verdadero vaticinio. Lo curioso es que Zuckerberg también sugirió que separar las empresas podría ser lo mejor, dado que en la mayoría de los casos eso lleva a mejores desempeños.